Un buen masaje facial casero, el mejor aliado para aliviar el estrés de la cara
Vivimos épocas de grandes tensiones y dificultades, el masaje facial puede ayudarnos a darnos este momento único y personal de relax y bienestar que tanto nos merecemos.
Para reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo, solo tienes que aplicar una presión ligera con los dedos en determinados puntos del rostro
Todo el mundo experimenta estrés y ansiedad de manera cotidiana. Y es que incluso las rutinas diarias provocan cualquiera de los dos episodios. Así, el masaje es una forma de estímulo físico, de preferencia manual sobre el organismo que provoca reacciones biológicas, metabólicas, psicológicas y sociales beneficiosas. Probablemente es la herramienta terapéutica más antigua que el ser humano utilizó para proporcionar un recurso natural contra el dolor.
Los masajes para el estrés son una de las mejores terapias de relajación para eliminarlo por completo, ya que ayuda a relajar todo el cuerpo olvidándote por completo de los problemas y las causas del estrés. Para reducir el estrés a base de masajes, se recomienda masajear los brazos, piernas, hombros, pies, cuello, cara y abdomen.
Hoy nos centramos en el masaje facial, igual que practicamos deporte para tonificar el cuerpo, el masaje facial debería practicarse como un deporte, ya que ayuda muchísimo a conservar la estructura del rostro. Si a esto le agregamos ejercicios faciales obtendremos unos pómulos, párpados y óvalo mucho más firmes al llegar a la madurez.
Beneficios del masaje facial
- Rejuvenecimiento de nuestro rostro: a través de las presiones que activan la circulación y oxigenan su superficie.
- Aumentar la producción de colágeno: que a su vez, evita la aparición prematura de arrugas.
- Disminuir los efectos del estrés: al ser un tratamiento relajante, nos desharemos de los efectos visibles del estrés en nuestro rostro que tanto perjudican a su aspecto exterior.
- Mejorar el estado de ánimo: gracias a este tipo de tratamientos cosméticos, conseguiremos sentirnos mejor con nosotros mismos, a la vez que más relajados y animados.
Tipos de masajes faciales más comunes.
- Masaje Kobido: es un 'Lifting facial sin cirugía'. Consiste en un compendio de técnicas japonesas para conseguir un equilibrio entre la belleza facial y la salud de los tejidos y músculos que dan forma a esa belleza. Las diferentes manipulaciones que se hacen estimulan profundamente los canales energéticos del cuerpo para lograr esa armonía entre salud y belleza.
- Masaje ayurvédico: tiene como objetivo el restablecimiento del equilibrio tanto físico como psíquico. En India, su país de origen, el masaje ayurvédico es un ritual inmutable: cada persona, sea cual sea su edad o condición, lo recibe al menos una vez por semana para procurar un bienestar global. Se basa en corregir el desequilibrio de las energías a través de técnicas enérgicas, para proporcionar un sentimiento de bienestar y actúa como medicina preventiva.
- Masaje shiatsu japonés: es una terapia manual originada en Japón, aunque la base de su técnica también bebe de las fuentes de la medicina tradicional china. La técnica que caracteriza al shiatsu es la del uso de la presión, con intensidad de moderada a suave, sobre las zonas afectadas.
Automasaje facial
Lo más importante es que busques un sitio donde puedas estar cómodo. Puedes estar de pie, tumbado o sentado. Si lo prefieres, puede que te resulte más sencillo usar un espejo para ayudarte con los movimientos.
- Comienza masajeando tu frente. Con la yema de los dedos, realiza movimientos horizontales hacia la derecha y hacia la izquierda, presionando ligeramente durante 1 minuto aproximadamente.
- Coloca tus manos a ambos lados de la nariz. Con las yemas de los dedos, recorre la nariz y cuando llegues al final, realiza movimientos ascendentes, en forma de “U”, bordeando el pómulo y terminando en las sienes. Realiza unas 15 repeticiones.
- Para terminar, desde la barbilla, desliza tus manos recorriendo la mandíbula hasta tus orejas. Hazlo presionando ligeramente y durante 1 minuto y medio aproximadamente.
Lo mejor es realizarlo con el rostro lavado, y con las manos lavadas y utilizar tu crema de diario, mejorando así su absorción.
Otras técnicas a tener en cuenta
-Pellizcar, alisar, palmear y presionar tu piel son los cuatro gestos básicos que te ayudan a quitarte años de encima y ganar luminosidad. Confía en tus manos, ¡serán tus mejores aliadas!
-El frío ayuda a evitar la inflamación que provoca la retención de líquidos y produce una acción reafirmante y descongestionante. Dejar algunos de tus productos de cuidado de la piel en la nevera te ayudará a que los resultados sean más efectivos y que notes tu piel más descansada.