Sin gomas y con sujeción adhesiva: el invento de un vecino palentino que revolucionará las mascarillas
José Miguel Tirado Mediavilla, un vecino palentino, estaba cansado de que las gomas de la mascarilla le molestasen
Comenzó a probar con diferentes sistemas adhesivos para lograr que la mascarilla se sujetase sin ellas
Finalmente dio con los materiales adecuados y la mascarilla es plenamente funcional y cómoda
A estas alturas, resulta obvio afirmar que las mascarillas han venido para quedarse. Las previsiones apuntan a que 2021 no será, ni mucho menos, el fin de los cubrebocas. Seguirán con nosotros, con sus virtudes (protegernos del virus) y defectos (incomodidad y orejas enrojecidas por las gomas). En vistas de que su uso va para largo, un vecino palentino, cansado de las rozaduras que provocan las gomas, ha revolucionado el concepto de mascarilla convencional al conseguir que se mantenga en su sitio sin necesidad de sujeciones incómodas.
José Miguel Tirado Mediavilla estaba harto de tener que estar pendiente de la mascarilla en el trabajo. Le incomodaba y le hacía daño, y ello terminaba por limitar su capacidad de concentración, según cuenta El Norte de Castilla. Fue entonces cuando, a través de su impresora 3D, comenzó a diseñar materiales para lograr que la mascarilla se sujetase entre nariz y boca sin necesidad de una sujeción por las orejas. Al final, probando y probando, dio con el invento clave: una serie de adhesivos que permiten quitar los cordones y los puentes de la nariz.
Confort y funcionalidad
"Consiste en quitar esos cordones, quitar los puentes y poner unos adhesivos", cuenta José Miguel. Con ello basta para que las mascarillas queden pegadas a la cara. "Son cómodas de llevar, te la puedes quitar todas las veces que quieras", asegura. En sus propias palabras, la idea es fabricar un sistema práctico, que no haga daño y permita, por ejemplo, que las gafas no se empañen.
Se trata, además, de un invento exportable a todo tipo de mascarillas. No solo a las FFP2, sino también a las quirúrgicas y a cualquier otro tipo. Conseguir lo que buscaba no ha sido, en absoluto, una tarea fácil. "Lleva mucho trabajo. Hay que experimentar con un montón de sistemas adhesivos diferentes. Hasta que lo consigues, puedes tardar un mes, que es lo que me ha llevado a mí", relata Tirado Mediavilla al medio castellanoleonés.
Aunque parece que ya está todo hecho, José Miguel recalca que su proyecto todavía se encuentra en fase de experimentación, buscando los sistemas que mejor se adapten al cometido. No se trata, por tanto, de un invento cerrado: más bien, el palentino aboga por el 'prueba error' hasta lograr el sistema más práctico, cómodo para la cara y sin fisura alguna, con el objetivo que quede completamente tensa y sea funcional.
La patente, en trámite
La solicitud para patentar su mascarilla sin gomas está en proceso, según anuncia él mismo. "No es que sean un descubrimiento mío las mascarillas adhesivas, lo que sí que he descubierto es la forma de que molesten lo mínimo posible. En este momento, en el proceso de solicitud, hay una oposición de una persona que cree que se parece a la mía. Yo discrepo. Estamos en ese punto, a ver si sale adelante", asevera contundentemente. Todavía no hay plazos claros: primero habrá que salvar este obstáculo.