En sus 20 años de servicio como auxiliar de servicios Ana Sánchez nunca había vivido una situación así. "Tenemos sobre 8 o 10 trabajadoras que han causado baja y están en cuarentena por posible coronavirus. La semana pasada no teníamos ningún usuario contagiado y las medidas de protección eran muy deficientes. Usábamos material desechable, mascarillas, gorros, batas y calzas de papel que teníamos que reciclar. Esto es asqueroso. Llevo toda la jornada con una mascarilla echando los vahos y al día siguiente me tengo que poner la misma. Tampoco tenemos gafas. A una de las auxiliares que estaba duchando a una persona supuestamente infectada le ha salpicado agua en el ojo, y ahora está muy preocupada" nos cuenta Ana.
El caso de la Residencia Nuestra Señora del Carmen no es único, en la residencia pública del Doctor González Bueno, con cerca de 500 usuarios, el personal se manifestó este lunes por la falta de epis (equipos de protección individualizada). En España hay cerca de 375.000 plazas residenciales, de las que 210.000 son públicas o concertadas y el resto, 165.000 privadas.
En las residencias privadas la situación no es mejor. Las dos grandes patronales del sector, AESTE y Ceaps han advertido que "la falta de equipos de protección puede hacer que se colapse el sistema. Faltan mascarillas, guantes, gafas y batas", denuncia Jesús Cubero, secretario general de AESTE. "Los profesionales se están comportando de maravilla, pero necesitamos medios, de lo contrario no vamos a poder atender a los mayores en los centros y se van a colapsar los hospitales de un momento a otro", advierte Cubero.
Hasta ahora eran los enfermeros y trabajadores de los hospitales los que denunciaban la falta de equipos de protección, y ahora el problema ha llegado a las residencias, que no encuentran los suministros por ningún lado. Las patronales de residencias privadas hablan de urgencia extrema, "si nos declaran centros medicalizados, estamos dispuestos a aguantar el tirón y mantener todas las camas posibles para que no se saturen los hospitales, pero necesitamos medios. La urgencia es extrema, hay trabajadores que hacen su trabajo sin la protección adecuada con los riesgos de contagio que ello conlleva".
No es que no se quiera, es que no hay a quién comprar. El abastecimiento lo está gestionando directamente el Ministerio de Sanidad a través de Ingesa, el instituto público que compra medicamentos y productos sanitarios de forma centralizada. Sanidad inició este miércoles el reparto de 410.000 mascarillas, 310.000 de ellas para la Comunidad de Madrid, y anunció que hay otras 500.000 en camino. Fuentes del Ministerio de Sanidad aseguran que "no va a haber desabastecimiento porque se van a hacer todas las compras necesarias".
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, anunció el pasado miércoles que "van a solucionar el problema durante un periodo de tiempo, unos días, una semana o 15 días", pero los suministros no llegan a las residencias.
Los directores de las residencias piden tranquilidad, y los trabajadores, transparencia. "Al personal se le calma explicándole la situación con las cartas sobre la mesa y con las verdades. Cuando no se da ninguna información, el personal teme que se le esté ocultando cosas, es lógico. El miedo es libre, cada uno tenemos en nuestras casas nuestros problemas y yo no temo por mi, temo por lo que tengo en casa", concluye Ana Sánchez.