A un ritmo desigual, el calendario de vacunación prosigue en España. El parón en la administración de la vacuna de AstraZeneca y las diferentes agendas de las comunidades autónomas han hecho que las dosis de vacunas tengan que ajustarse, creando vacíos entre los destinatarios de la vacuna. A falta de que el Consejo Interterritorial de Salud, el órgano en el que participan las diferentes consejerías de Sanidad y el propio ministerio, decida otra cosa en su reunión semanal, las vacunas contra el coronavirus no están al alcance de los mayores entre 65 y 79 años, 6.384.357 millones de personas, según datos del INE correspondientes a 2020.
Este grupo de edad está en el limbo del calendario de vacunación, entre los mayores de 80, los principales destinatarios, y los menores de 65, pese a que las cifras de mortalidad son importantes en el grupo de 65 a 79 años. El plan de vacunación, precisamente, se creó teniendo en cuenta la correlación edad-fallecimiento: el 64,5% de los fallecidos desde junio fueron mayores de 80 años y el segundo grupo corresponde a los pacientes entre 70 y 79 (20%).
La mortalidad es menor conforme va bajando la edad: las personas entre 60 y 70 años representan un 9,2% de las muertes, y los que tienen entre 50 y 59, un 3,5%. Los fallecimientos por Covid de las personas más jóvenes de 50 años representan un 1,4%, según datos del Instituto de Salud Carlos III.
Desde que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) investigó los casos de accidentes cardiovasculares ocurridos en algunos pacientes vacunados con AstraZeneca hasta que dictaminó que la vacunación podía continuar con las dosis de este laboratorio ("los beneficios superan los riesgos", afirmó la EMA), se acumularon un millón de personas en la lista de espera de la vacuna.
Hace casi una semana que comenzó la vacunación con el fármaco anglo-sueco. Mientras, en paralelo, avanza la inoculación con dosis de ARN mensajero a los mayores de 80 con las vacunas de Pfizer y Moderna. Las cifras son muy desiguales, dependiendo de la comunidad: en Andalucía casi el 70% de los mayores de 80 han sido vacunados. En Cataluña, menos del 40%.
La administración de la vacuna de AstraZeneca siempre se ha sometido un criterio estricto, basándose en las recomendaciones de la ficha de la propia vacuna. En ella se dice que los ensayos se han realizado entre personas jóvenes, y España, a diferencia de Alemania, Francia, Italia, Portugal, Grecia, Austria e Inglaterra, que nunca acotaron esta vacuna por edades, empezó usar este fármaco entre menores de 55, siguiendo las recomendaciones del laboratorio, y trabajadores esenciales. Recientemente subió el límite de 55 a 65 años.
Un simple vistazo a la opinión publicada de médicos y expertos arroja la misma conclusión: lo importante es ir vacunando rápidamente y cuanto antes a los grupos más vulnerables, independientemente de sea más adecuado uno u otro fármaco. Otra conclusión habitual es que, incluso con una eficacia más baja de la prevista (en torno al 65%), es mejor vacunar a los mayores que no hacerlo.
Por su parte, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha argumentado en declaraciones a El País la decisión de escalar la vacunación en el caso de AstraZeneca: "La vacuna de AstraZeneca se está utilizando en grupos de alta importancia. Se ha ido ampliando con la evidencia que había disponible y progresivamente se han ido vacunando más grupos. Si hay una discusión en la Ponencia de Vacunas y en la Comisión de Salud Pública es porque no es una decisión fácil ni clara. Hay que valorar muchas variables".
Estas declaraciones no cuestionan el valor de la vacuna. En su última rueda de prensa para compartir la evolución de la pandemia, Simón se ha mostrado contundente: "Cada semana que pasa es una semana que ganamos con la vacunación". En su opinión, España se encuentra en un periodo de inflexión en el que los contagios pueden aumentar o disminuir. "Si conseguimos mantener el valle durante unas semanas más, con el nivel de vacunación que se está manteniendo, podríamos llegar a tener una onda epidémica, si la tenemos, menos grave", explica.
Si se mantiene el límite de la vacuna de AstraZeneca a menores de 65 años y mientras van llegando todas las dosis de las vacunas de los otros laboratorios (Pfizer y Moderna), para que los más de seis millones de personas de entre 65 y 79 años se vacunen, habrá que esperar a que se avance o se concluya la de los mayores de 80. Y, una vez más, depende de la frecuencia de vacunación de cada comunidad autónoma, con ritmos muy oscilantes. Algunos expertos hablan de finales de abril.
Con el límite de los menores de 65 años, los que más tardarán en recibir la vacuna son los 2,4 millones que componen el grupo entre 65 y 69 años, ya que tendrán que esperar a que se hayan pinchado las personas entre 70 y 74 años (2.212.176) y las de 75 y 79 años (1.747.869). Casi cuatro millones de afectados.
Con estos datos, todo parece indicar que en marzo, probablemente, no se logrará vacunar al 80% de los mayores de 80. Esta franja de edad figuraba entre los primeros en el calendario de vacunación, después de las residencias y los centenarios, personas entre 95 y más de 100 años, en total 128.620, una cifra reducida que aumenta hasta las 564.537 personas si incluimos en el grupo los 435.917 hombres y mujeres que componen la franja de los 90 a los 94 años.