Combinaciones peligrosas de algunos medicamentos: el riesgo de mezclar cuando nos automedicamos
Más de la mitad de los españoles consume fármacos sin prescripción médica
Oscar, de 58 años, nos cuenta su experiencia con la automedicación y la mezcla de medicamentos
Analizamos, uno a uno, los medicamentes más usados y sus combinaciones más peligrosas con otros fármacos
¿Abrirías tu pastillero en público sin sonrojarte? Nolotil para el dolor de muelas, Paracetamol por si te estalla la cabeza, un ansiolítico para aliviar los malos ratos, aspirina por costumbre, Sintrom… Con esto es suficiente para empezar a hablar de interacciones.
El paciente valiente que ha desplegado su particular blíster es Óscar. Tiene 58 años y lleva dos válvulas cardíacas que le obligan a tomar el anticoagulante de por vida. ¿Qué hay del resto? ¿Los necesita? ¿Sabe bien lo que lleva encima? Para empezar, Sintrom y aspirina forman una pareja tóxica. El primero se utiliza para la prevención y tratamiento de coágulos en los vasos sanguíneos. Por su parte, la aspirina interfiere también en la coagulación y podría potenciar el efecto del anterior de forma permanente y constante.
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Y todavía se atreve a sacar de su chaqueta un par de barbitúricos que muestra con una amplia sonrisa nerviosa. Hace años se acostumbró a ellos por su efecto eufórico y hoy es incapaz de dejarlos en casa. "Simple acompañamiento", dice con picardía. Lo contrario sería muy preocupante. La ingesta de barbitúricos inhibiría la acción del Sintrom de forma significativa y especialmente grave.
El caso de Óscar es representativo de una actitud demasiado corriente en los españoles. Más de la mitad consume fármacos sin prescripción médica, sobre todo analgésicos y antibióticos. Y el riesgo de la automedicación, como hemos visto en este hombre, es muy alto.
Sin el criterio médico, muchos medicamentos interaccionan entre sí provocando efectos indeseables, disminuyendo la eficacia de uno de ellos o aumentando su toxicidad. Alrededor del 20% -muchos de ellos de uso muy común- presentan interacciones. Influyen factores como la edad del paciente, el peso, la genética, sus patologías, la polimedicación o el consumo de drogas. Pero siempre se necesita el consejo médico o farmacéutico para aliviar un dolor o tratar cualquier mal.
Estas son solo algunas de las consecuencias que puede tener mezclar fármacos siguiendo nuestro criterio.
Paracetamol
Muy socorrido para tratar cualquier dolor leve o moderado. El uso simultáneo de más de un medicamento que contenga este principio puede dar lugar a cuadros de intoxicación. Debería limitarse la automedicación cuando hay tratamiento con anticonvulsivos, ya que potencia la toxicidad hepática y disminuye la acción del paracetamol. Además, se metaboliza intensamente en el hígado y puede interaccionar con otros medicamentos que utilicen las mismas vías metabólicas. Tampoco se aconseja en tratamientos con anticoagulantes orales, como la Warfarina, por su efecto potenciador, ni con diuréticos, ya que puede reducir la acción diurética.
Ibuprofeno
Puesto que puede producir retención de líquidos si se toma al mismo tiempo un diurético, como la hidroclorotiazida y la furosemida, es posible que quede reducida la efectividad de este. En general, debe emplearse con precaución cuando se combina con otros medicamentos, como los corticoides, pues pueden aumentar el riesgo de ulceración o hemorragia gastrointestinal y disfunción renal. Multiplica también el efecto de los anticoagulantes, como la Warfarina. Tampoco se aconseja su administración con ácido acetilsalicílico por su efecto sobre las placas.
Antiácidos
Estos medicamentos para reducir o neutralizar la acidez asociada con la indigestión elevan el pH del estómago y reducen la absorción de algunos fármacos, como el ketoconazol, usado para las infecciones por hongos. Conviene consultar cuando se está tomando medicina oral para el asma, anticoagulante o fenotoína.
Barbitúricos, como el fenobarbital
Producen una rápida inactivación del anticoagulante Warfarina y, por tanto, es menos eficaz si se administra en el mismo periodo de tiempo.
Warfarina
Otros medicamentos, como la eritromicina y el ciprofloxacino, que actúan sobre las enzimas hepáticas, pueden aumentar su actividad, con el consiguiente riesgo de hemorragia. Muchos suplementos herbarios pueden interactuar con los medicamentos para las enfermedades cardiovasculares, según advierte la clínica Mayo. A veces de forma mortal. El hecho de que sean naturales no los hace seguros, pero solo un 34% de las personas que toman un suplemento herbario informa a los médicos.
Estatinas
Estos fármacos usados para disminuir el colesterol y los triglicéridos pueden tener interacciones con fármacos para el corazón, según ha anunciado la Asociación Americana del Corazón. Entre los medicamentos cardiovasculares evaluados, están los antiarrítmicos, utilizados para tratar los ritmos anormales del corazón; medicamentos empleados en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva; agentes antiplaquetarios y anticoagulantes para diluir la sangre; inmunosupresores; reductores del colesterol que no son estatinas, y antagonistas del calcio.
Omeprazol
Dificulta la absorción de aquellos medicamentos que requieren cierto nivel de acidez para absorberse adecuadamente. Además, puede alterar los niveles de anticoagulación en aquellas personas que toman Sintrom, disminuye el efecto del antiplaquetario clopidogrel y está totalmente contraindicado con el uso de ciertos antivirales.
Antihistamínicos
Están entre los más prescritos y muchos pueden adquirirse sin receta médica. Inhiben la histamina, presente en todos los tejidos corporales, y pueden tener interacciones con muchos otros fármacos que necesitan las mismas vías metabólicas, como algunos antibióticos, antidepresivos, antirretrovirales y antifúngicos. Muchos provocan también interacciones con ciertas sustancias presentes en los zumos de frutas y todos potencian el efecto del alcohol, los tranquilizantes y los hipnóticos.
Codeína y otras medicinas para la tos
Aumentan el riesgo de depresión respiratoria con otros analgésicos, barbitúricos, benzodiacepinas. Mayor excitabilidad con antidepresivos y potenciación de la depresión central con sedantes, ansiolíticos, antipsicóticos, hipnóticos neurolépticos o antihistamínicos. Riesgo mayor de depresión respiratoria con otros analgésicos morfínicos, barbitúricos, benzodiacepinas.
Antihipertensivos
Ocupan un lugar muy destacado y su prescripción sigue aumentando por encima del 11% anual. La mayoría de hipertensos, en general pacientes de mediana o avanzada edad, presentan otras enfermedades añadidas que hacen que frecuentemente estén polimedicados.
Laxantes
Se han identificado potenciales interacciones en el 40% de los pacientes a causa de fármacos diuréticos y otros que podrían provocar arritmias.
Melatonina
Interacciones con medicamentos: sedantes, antihipertensivos, antidiabéticos, inmunosupresores, anticonceptivos, anticoagulantes y otros.
Hormona tiroidea
Los suplementos tiroideos son muy comunes. Algunos fármacos utilizados con frecuencia, como los inhibidores de la bomba de protones (IBP), estatinas, hierro, calcio, magnesio, raloxifeno y estrógenos, pueden interferir en la absorción de hormona tiroidea, ocasionando que los pacientes, cuya enfermedad estuvo bien controlada con una hormona tiroidea, presenten hipotiroidismo.