Si para algo sirve el confinamiento que estamos viviendo es para frenar la expansión del COVID-19 y así proteger a los grupos más vulnerables. Hay bastantes personas que pasan el virus de forma asintomática y sin grandes problemas, pero las personas mayores y todos aquellos que tienen patologías previas son grupos de riesgo. A ellos les afecta de forma más perjudicial, por lo que tienen que tomar medidas preventivas mucho más duras para evitar el contagio. Aunque se ha puesto el foco principalmente en las personas con problemas respiratorios, hay otras enfermedades con las que hay que tener cuidado, y una de ellas es la diabetes.
En uno de los informes que el ministerio de Sanidad del Gobierno de España ha ido publicando a lo largo del periodo de estado de alarma, se expone que gran parte de los pacientes diagnosticados con coronavirus también presentaban diabetes. En este documento del 26 de marzo, basándose en datos del brote en China, las personas con enfermedades cardiovasculares y los diabéticos fueron los que presentaban la tasa de letalidad más alta, por encima de las enfermedades respiratorias y los pacientes con cáncer.
Tras eso, el ministerio ha declarado los grupos que mayor riesgo tienen si contraen el coronavirus. Entre ellos están las personas mayores de 60 años, los que padecen enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodepresión, mujeres embarazadas y los diabéticos.
Un paciente diabético con coronavirus u otra infección viral siempre es más complicado de tratar debido a las constantes variaciones de sus niveles de glucosa en sangre. Por eso, es importante que los diabéticos y las personas que vivan con ellos tomen una serie de precauciones para evitar la propagación y contagio del virus. Desde la Sociedad Española de Diabetes (SED) actualizan constantemente información sobre el virus y la diabetes, entre lo que destaca una serie de recomendaciones que deben poner en práctica.
Ya lo sabemos, pero en grupos de riesgo se debe intensificar. Lavarse las manos correctamente y varias veces es muy importante, así como evitar tocarse cualquier parte de la cara con las manos sucias. Todos los objetos que se utilicen constantemente como el mando de la tele, los teléfonos móviles o el ordenador se deben limpiar y si es posible desinfectar con frecuencia, sobre todo si los usa más de una persona. Nada de compartir toalla, mejor que cada uno tenga la suya propia para la ducha y el lavamanos, así como tampoco vasos, cubiertos o platos antes de que se laven.
Si algo nos ha enseñado el coronavirus es a saber toser y estornudar, siempre con un pañuelo o en el interior de nuestro brazo, una de las medidas más importantes. Mantén la distancia de seguridad y evita salir de casa si no es estrictamente necesario. Ten siempre tu medicación cerca y controla, ahora más que nunca, tus niveles de azúcar.
Desde el momento en el que encuentres que algunos de los síntomas que se relacionan con el coronavirus se manifiesta en tu cuerpo: tos, dificultades para respirar o fiebre, consulta a los profesionales. Y si la tos viene acompañada de flemas significa que puede haber una infección, así que cuidado. Si vives acompañado no tendrás problema en pedir ayuda en caso de que tengas variaciones bruscas de los niveles de glucosa. Pero en caso de que vivas solo, intenta estar en contacto telemático constante con algún amigo, un familiar cercano o un vecino de confianza para que pueda ayudarte en caso de que lo necesites.
Al igual que el resto de la población, los grupos de riesgo como los diabéticos, necesitan tomar medidas preventivas para evitar el contagio. Más aún si cabe, pues tendrán que controlar su propia enfermedad para que no hayan alteraciones que les hagan acudir al hospital o poner en riesgo su salud. Igual de importante es la prevención de sus familiares o la de las personas con las que convive, pues ellos también deben evitar a toda costa salir a la calle y realizar a rajatabla las recomendaciones de higiene estipuladas por las autoridades para proteger a los que tienen patologías previas y a ellos mismo.
Tener diabetes no difiere de otras personas en relación a la prevención del virus pero sí que tienen que tener más cuidado, pues los datos los coloca como uno de los principales grupos de riesgo en los que más letalidad existe. Toda precaución es poca, y ahora es el momento de proteger a los más vulnerables y evitar la propagación del virus en la sociedad, evitando desplazamientos innecesarios y aglomeraciones de gente.