Silencioso, indoloro y peligroso. Hablamos del melanoma, un tipo de cáncer de piel que le costó la vida a 7.101 personas en 2020, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer. Si bien es cierto que, según el organismo, la mortalidad ha bajado significativamente durante las décadas, la prevalencia en nuestro país no es cosa menor: unas 18.747 personas en 2018. Además, tal y como indican los expertos, las posibilidades de padecerlo aumentan con la edad, aunque como suele ocurrir, la detección precoz suele limitar las posibilidades de un desenlace peligroso.
Te contamos los síntomas a los que estar atento, el papel de la edad en esta afección y la importancia de la prevención de la mano de la doctora Susana Puig, Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Aunque suele ser más frecuente en los años de juventud, "las posibilidades de padecerlo aumentan con la edad", tal y como advierte a Uppers la doctora Puig. "No obstante, en cuanto a la evolución, tenemos una estabilización en la incidencia de los jóvenes y un incremento muy importante en la gente de más de 60 años". Esto se debe, según la experta, a la exposición solar que tuvo lugar entre los años 50, 60 y 70 sin los hábitos de fotoprotección adecuados.
Ha sido ahora, con la perspectiva que da echar la vista atrás, cuando los expertos han identificado las consecuencias de la exposición solar recibida y prolongada y las quemaduras solares durante la infancia y la adolescencia de aquellas décadas, detalla Puig. "El daño solar es acumulativo, por eso aumenta las posibilidades con la edad"
El principal problema del melanoma es que no presenta síntomas de malestar físico a menos que ya se encuentre en fases de metástasis muy avanzadas. Entonces, ¿cómo detectar que algo podría no ir bien? "Suele producirse en la piel, aunque en ocasiones, este cáncer puede aparecer en mucosas como los labios, la nariz o la zona genital, o incluso existe el melanoma ocular, aunque no es frecuente", cuenta la doctora.
El síntoma más característico es la mancha en la piel. Pero no es el único. "Algunos melanomas aparecen por la malignización debe alertarnos y hacernos acudir al dermatólogo", recomienda Puig, reconociendo al mismo tiempo que este tipo de cáncer no siempre comienza en un lunar. "Puede comenzar en la piel 'limpia', por lo que cualquier lesión que aparezca en la piel de rápido crecimiento distinta de todas las otras lesiones que tenemos debería ser también motivo de sospecha.
¿Y cómo identificar este tipo de lesiones? "Lo ideal es conocer la regla ABCDE, donde se mide la asimetría, borde, color, diámetro y evolución de la lesión".
Aunque Puig reconoce que cualquier persona con antecedentes de exposición constante y excesiva al sol puede terminar desarrollándolo, también explica que el número de mujeres que lo padecen es algo más elevado que en los hombres. Sin embargo, alerta de una peligrosa tendencia en los varones, que suelen desarrollarlo en fases más tardías y, por tanto, peligrosas. "La raza también es un factor importante, siendo predominante en la blanca y mucho menos frecuente en otras".
¿Por qué afecta más a las mujeres? Puig sostiene que es posible que se deba a cuestiones estéticas, como el bronceado o la piel más expuesta al sol por vestidos, faldas o escotes.
La detección precoz es el aliado más fuerte en los casos de cáncer, llegando a garantizar la supervivencia o, al menos, a mejorar las expectativas de los pacientes. En el melanoma, la situación no es distinta. "En el melanoma in situ, la mortalidad es cercana al 100 %, mientras que en el melanoma invasor, depende la afectación en profundidad o la distancia del mismo", asevera la experta. "Puede variar del 5 % al 40 % dependiendo de la gravedad. Hay una gran diferencia y por eso es muy importante el diagnóstico precoz", agrega. "Lo que es peligroso es no detectarlo a tiempo, aunque es cierto que el melanoma tiene peor pronóstico a mayor edad".
La experta propone una serie de pautas a tener en cuenta, la mayoría de ellas relacionadas con la precaución en la exposición al sol.