Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, más de 17 millones de personas pierden la vida anualmente por ellas, según los datos de la OMS. Por eso, cada 14 de marzo se celebra el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular. En la mayoría de los casos, estas patologías están relacionados con la aterosclerosis, una enfermedad crónica en la que las paredes de las principales arterias acumulan colesterol en sus paredes obstruyendo el flujo sanguíneo.
La edad, el sexo, lo antecedentes familiares, la predisposición genética… son muchos los factores no modificables que intervienen en estas patologías. Sin embargo, hay otros muchos relacionados con el estilo de vida: el sobrepeso u obesidad, el tabaquismo, el alcohol, el sedentarismo, la hipertensión… y solo una parte muy pequeña de la población consigue llegar a los 50 años sin presentar ninguno de ellos. De la mano de Melio, una plataforma online de análisis de sangre con comentarios médicos personalizados, hablamos de los mitos más comunes entorno a las enfermedades cardiovasculares.
El colesterol necesita unirse a proteínas transportadoras conocidas como lipoproteínas para circular por la sangre; entre estas proteínas se encuentran el HDL o colesterol bueno y el LDL o colesterol malo. Durante años se ha diagnosticado y evaluado el riesgo cardiovascular basándose en las concentraciones de grasa en sangre, sin embargo, "los últimos estudios muestran que la forma más exacta para predecir el riesgo cardiovascular es determinar las apolipoproteínas ApoB-100 y ApoA-I que se encuentran en el exterior de las lipoproteínas tipo LDL y HDL respectivamente y se hace mediante analíitca específica", explican.
La diabetes. Si este marcador está muy elevado y si se presenta síntomas típicos como el aumento excesivo del hambre, de la sed, la pérdida de peso o la orina excesiva, lo más común en padecer la enfermedad. Sin embargo, esta situación es infrecuente y lo más habitual es que las personas diabéticas no sepan que lo son. "Para realizar el diagnóstico de diabetes en sus etapas tempranas, se puede analizar la hemoglobina glicosilada o HbA1C, que estima el control de la glucemia en los últimos meses, junto con la resistencia a la insulina", apuntan desde Melio.
A pesar de que en las primeras etapas de la vida el riesgo cardiovascular es mayor en los hombres que en las mujeres, se va igualando en edades más avanzadas y según el Instituto Nacional de Estadística, en España mueren más mujeres que hombres por esta causa. La menopausia es uno de los motivos principales para que ocurra esto ya que con los cambios hormonales se produce mayor obesidad central, resistencia insulínica y tendencia a alteraciones del perfil lipídico que predisponen a la formación de masas de grasa.
La hipertensión arterial y lo más habitual es que no produzca síntomas. Si aparece algún síntoma, lo más frecuente son el dolor de cabeza, cansancio, náuseas o vómitos. La presión arterial alta produce daño en los órganos que tienen mucha relación con los vasos sanguíneos y que son los más vitales, como el cerebro, ojos, corazón y riñones. La forma de saber si tienes hipertensión es tan sencilla como tomarte la tensión arterial de vez en cuando.
El tratamiento de la diabetes con unos niveles de azúcar controlados puede disminuir el riesgo de sufrir enfermedades vasculares, pero el peligro de padecer enfermedades cardíacas y cerebrovasculares sigue siendo mayor que el de la población general. Esto se debe a que suelen existir de manera simultánea otros factores de riesgo cardiovascular como hipertensión arterial, sobrepeso, obesidad, vida sedentaria o consumo de tabaco.
Aunque la hipertensión arterial es más frecuente en personas de mayor edad, no es ni una afección exclusiva de personas de avanzada edad ni es un problema leve: es uno de los principales factores de riesgo que contribuye al desarrollo de aterosclerosis y es considerada por la OMS como una de las principales causas de mortalidad en el mundo. "Las últimas guías consideran que hay hipertensión con unas cifras de tensión arterial por encima de 140/90 mmHg, si bien también se sabe que el riesgo cardiovascular comienza a aumentar por encima de 115/75 mmHg y se dobla con cada aumento de 20/10 mmHg".
No todas las grasas son malas. Existen grasas como las saturadas y las grasas trans, que normalmente proceden de los productos industriales o ultraprocesados, que favorecen que se alteren los niveles de colesterol y del desarrollo de enfermedades cardiovasculares; mientras que hay otras como las grasas insaturadas y los ácidos grasos omega 3 que son protectoras.
"Debemos tener en cuenta que, aunque la dieta es un factor muy importante, el principal condicionante de los niveles de colesterol es la producción endógena, es decir el colesterol que generamos en nuestro organismo. Existe una predisposición intrínseca a una tendencia de niveles de colesterol, por lo que hay personas con una dieta saludable que tienen niveles algo elevados de colesterol, o en algunas enfermedades que afectan el metabolismo de los lípidos, incluso muy elevados", concluyen los expertos.