Echar de menos los besos, los abrazos, las caricias o 'chocar esos cinco' no es ningún capricho. Con esta pandemia lo hemos podido experimentar en nuestras propias carnes. Pero, como casi todo, es la ciencia quien tiene la respuesta. A través del tacto, los humanos obtenemos nuestras primeras impresiones sensoriales, incluso antes de nacer. Tocar y que nos toquen tranquiliza y nos puede hacer felices. Es así desde que venimos a este mundo hasta que nos vamos de él. ¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuando dejan de besarte y ya no te abrazan? Te lo contamos en este vídeo.
Según un estudio de la Universidad china de Hebei Normal, el estrés por aislamiento social induce a trastornos neuroendocrinos y neuroquímicos que se pasan por alto hasta convertirse en enfermedades mentales. Robin Dunbar, catedrático de Psicología Evolutiva de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y uno de los principales investigadores en neurobiología del distanciamiento social asegura que "la falta de estimulación social afecta al razonamiento, a la memoria o al equilibrio hormonal".