No te la juegues con las dietas détox: ideas que te ayudarán a cuidarte sin poner en peligro tu salud
Las dietas détox es una de las alternativas más populares para contrarrestar los efectos de los excesos, pero pueden tener efectos negativos para nuestra salud
Variar las técnicas de cocina y añadir nuevos ingredientes a nuestros platos puede ayudarnos a mantener un tipo de vida saludable
Después de los excesos, llega lo de siempre: la dieta. Cuando nuestro cuerpo se resiente, es normal que nos lancemos a la búsqueda de planes y consejos que nos ayuden a equilibrarnos y perder esos incómodos kilos extra. Uno de los más recurridos es el détox, o desintoxicación, un método de adelgazamiento basado en la purificación del organismo que en los últimos años ha alcanzado una gran popularidad. Promovido por actrices y celebrities, estas dietas se basan en ayunos y en la ingesta de zumos, alimentos, hierbas y suplementos para eliminar toxinas y mejorar el proceso natural de desintoxicación de nuestro cuerpo, pero ¿hasta qué punto son recomendables?
Los mitos del détox
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Considerada por muchos como una dieta milagro, el détox es uno de los métodos más utilizados para contrarrestar los excesos de una mala alimentación, pero no es, ni mucho menos, una de las alternativas más saludables o efectivas. “Las dietas détox no suelen funcionar para lo que prometen”, afirma Rogelio Bergel, vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Alicante.
Según este experto, esta dieta de depuración se basa en la sustitución de unos hábitos correctos y saludables por unos planes alimenticios muy restrictivos a nivel calórico, algo que puede traernos problemas tanto físicos como mentales. “Un plan de alimentación inadecuado puede provocar episodios de ansiedad, trastornos alimenticios y dificultades para conciliar el sueño”, apunta, y señala que estos problemas pueden tener un “efecto rebote” que nos haría ganar más peso del que hayamos podido perder.
Volver a la rutina
Para Bergel, la clave para conseguir depurar nuestro organismo no pasa por someternos a episodios excepcionales de alimentación, sino por analizar nuestras rutinas, encontrar cuales son los elementos que fallan y recuperar nuestros hábitos saludables. “Tenemos que intentar volver a lo que hacíamos antes de los excesos”, apunta. Para ello, debemos detectar qué vicios se nos han quedado, valorar qué hemos cambiado en nuestra alimentación y, sobre todo, ser constantes.
Además, si realmente queremos limpiar nuestro cuerpo, debemos introducir unos pequeños cambios en nuestra dieta que nos ayudarán a mitigar los problemas digestivos provocados por una mala alimentación. Más allá de incrementar el consumo de frutas y verduras, Bergel recomienda vigilar el consumo de proteína animal y aumentar el de proteína vegetal con legumbres, frutos secos y cereales de alta calidad. También podemos introducir el yogur y el kéfir en nuestra dieta, dos alimentos probióticos que nos ayudarán a combatir la hinchazón abdominal, y aumentar nuestra ingesta de fibra, aunque, eso sí, sin excedernos.
Ideas que te ayudarán a cuidarte
El problema de las dietas es que, principalmente, no le gustan a nadie. Si el détox se ha convertido en una alternativa tan popular es porque, a diferencia de los planes nutricionales de pérdida de peso, apuesta por un consumo muy estricto de los alimentos durante tres o cinco días, algo que, sin duda, resulta mucho más atractivo que la idea de pasarnos meses controlando lo que comemos. Y es que, seamos sinceros, los platos sanos no siempre son los más apetitosos, y mucho menos cuando estamos cansados del trabajo. Por eso, Bergel apuesta por introducir pequeñas innovaciones en nuestras recetas para que estos platos sean más divertidos. “Lo importante es no perder la esencia de la diversión en la cocina”, señala.
Sin variar mucho las técnicas del cocinado, y utilizando siempre aquellas más sanas como el vapor, la plancha, el hervido o el papillote, podemos transformar cualquier plato de nuestra dieta sin echar a perder sus propiedades saludables. Un ejemplo son las lentejas, a las que podemos echar leche de coco o curry o añadir un topping de huevo duro y tofu para que sean más apetecibles. Con los pescados cocidos, podemos combinar técnicas y añadirles verduras hervidas, puré de patata, huevos pochados y un poco de aceite y pimentón para conseguir una variedad de sabor, mientras que a las tortillas podemos darles una vuelta añadiéndoles setas y calabacines.
Pero si buscamos algo más refrescante, lo mejor es que nos decantemos por un gazpacho de tomate raso con fresa, una sabrosa fruta que le dará un toque especial, o por ensaladas de kale o espinacas acompañadas por pescados marinados, tomates cherry, queso bajos en calorías o frutas. La clave, eso sí, es mantener siempre una alimentación equilibrada, sin excesos ni carencias.