Los problemas de la contaminación acústica: ¿cómo el ruido te hace engordar?
La contaminación acústica es un grave problema de salud pública que afecta a más de 110 millones de europeos
Vivir rodeados de ruido tiene un importante efecto sobre nuestra salud y puede hacer que suframos problemas auditivos, psicológicos y fisiológicos
Además de estos problemas, un reciente estudio ha apuntado que la contaminación acústica también podría hacernos engordar
Pese a lo que diga algún que otro gran iluminado de internet, adelgazar es un proceso tremendamente complicado en el que entran en juego mucho más factores que la dieta o el ejercicio que practiquemos a diario. A lo largo de los últimos años, diversos estudios han demostrado cómo nuestra genética, nuestro ritmo de vida e incluso nuestros hábitos influyen en nuestro peso.
Se ha probado que dormir poco y mal está relacionado con el sobrepeso y la obesidad, que la ansiedad y el estrés pueden hacer que engordemos y que dependiendo de nuestra edad, peso y género adelgazar nos costará más o menos.
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Recientemente, varias investigaciones han descubierto un nuevo factor que debemos tener en cuenta a la hora de planificar una buena rutina que nos ayude a alcanzar nuestro peso ideal: el ruido.
Un problema de salud pública
Si hablamos de los problemas asociados a vivir en una ciudad movidita, es probable que una de las primeras cosas que se nos venga a la mente, más allá del precio de los alquileres o la polución atmosférica, sea el ruido, ese que no nos deja dormir a gusto, concentrarnos y, en definitiva, vivir en paz.
La contaminación acústica es uno de los factores ambientales que más afectan a nuestra salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando el nivel de ruido con el que convivimos supera los 65 decibelios por la mañana y los 55 por la noche aumenta el riesgo de que suframos problemas auditivos, psicológicos y fisiológicos, así como aquellos relacionados con la falta de sueño y descanso.
En concreto, se habla de que la contaminación acústica puede provocar pérdida de audición, irritabilidad, estrés, agresividad, ansiedad e insomnio, y que está relacionada con el aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca y respiratoria. Además, la Agencia Europea del Medio Ambiente (EMEA) estima que los altos niveles de ruido son responsables de más de 72.000 hospitalizaciones y de unas 16.600 muertes prematuras al año.
Está claro que el ruido es mucho más que una molestia. A pesar de que normalmente no le solemos dar especial importancia (excepto, claro, cuando intentamos pegar ojo), la contaminación acústica es un grave problema de salud pública que puede dejarnos importantes secuelas y que cuenta con una preocupante incidencia en nuestra sociedad. Actualmente, se calcula que en torno a 113 millones de europeos están expuestos a niveles de ruido superiores a los límites que marca la OMS y que en España este problema afecta a un 25% de la población.
Pero ¿cómo afecta esto a nuestro peso? Según un reciente estudio de la Universidad de Oxford publicado en la revista Environmental Research, la exposición prolongada al ruido procedente del tráfico podría provocar un incremento en la masa corporal y el perímetro de la cintura, dos síntomas que suelen estar relacionados con la obesidad.
El ruido te hace engordar
En concreto, los investigadores señalan que el riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad podría aumentar un 2% por cada diez decibelios que se supere el límite de ruido marcado por la OMS.
Este incremento sería independiente del estilo de vida que se tenga y afectaría incluso a individuos sanos que hacen ejercicio y llevan una dieta rica y equilibrada. Además, apuntan, tampoco variaría en función del nivel de vida o el estatus social que tengan las personas o la zona en la que viven.
El motivo detrás de este aumento, apuntan, sería el estrés que se produce al estar sometidos a la contaminación acústica, ya que aumenta los niveles de cortisol, una hormona que optimiza la producción de glucosa y aumenta la insulina, provocando, a su vez, un mayor apetito que nos hace comer más de lo que deberíamos.
Para llegar a esta conclusión, los autores del estudio han analizado los datos de 500.000 personas procedentes de Reino Unido, Noruega y los Países Bajos, aunque solo encontraron una correlación en los dos primeros. No obstante, y a pesar de no encontrar pruebas concluyentes en los Países Bajos, los resultados del estudio coinciden con las conclusiones de otros trabajos publicados anteriormente, que señalan los efectos nocivos que el ruido tiene para nuestra salud.