Cada vez más personas practican pilates. Lo que empieza como una manera de hacer ejercicio físico se suele convertir en una práctica muy beneficiosa para la salud física y mental. Al envejecer el cuerpo va perdiendo la fuerza muscular y la densidad ósea, con esto la persona es más vulnerable a enfermedades de columna, en otras articulaciones y también enfermedades cardíacas. Los cambios no son solamente físicos. Una de las mayores ventajas y beneficios del pilates es que lo pueden practicar personas de cualquier edad y género. Por eso, cada vez son más las personas mayores de 50 que se apuntan a esta disciplina ya que se trata de ejercicios fáciles de realizar que conllevan grandes beneficios.
El pilates mejora la salud, centrándose en problemas óseos y musculares (osteoartritis por ejemplo), y hasta dolores crónicos. El método ayuda ya que los ejercicios con pocas repeticiones y de bajo impacto son eficaces y hacen que tanto los músculos como las articulaciones sufran menos desgaste. Además mejora la salud articular, pues los ejercicios proporcionan mayor flexibilidad y esto previne y disminuye la rigidez de las articulaciones. Así, pueden ser aliviados algunas de las molestias que ocurren por problemas como artritis. Se reduce los dolores, pues promueve una realineación de la columna y un fortalecimiento de la musculatura abdominal dejando de hacer una sobrecarga en la espalda.
En definitiva, los beneficios del método pilates incluyen aumento de la densidad ósea, mejora de la flexibilidad en las articulaciones y de la postura, aumento de la capacidad respiratoria y cardiovascular, proporcionando satisfacción total a los practicantes que desean tener una mejoría en la cualidad de vida.
El pilates máquina, se práctica con unas máquinas especiales que desarrolló Pilates, que facilitan los ejercicios o los dificultan, a través de las distintas máquinas, el reformer, el más conocido, la torre, Cadillac, barril y silla. Es el método de Pilates más eficaz pero a la vez el que suele ser más caro debido al coste que llevan las máquinas.
En el caso del pilates suelo, el más extendido de los métodos de Pilates, se trabaja en el suelo, sobre una colchoneta, se trabaja en todas las posiciones, tanto bocarriba como bocabajo, sobre los lados, de rodillas, cuadrupedia y de pie. Es el método más económico puesto que el material necesario es solo la esterilla y dependiendo de dónde os lo impartan, podrán amenizarlo con otros elementos como fitball, aro mágico, bandas de resistencia, pesas, etc.
Los que hagan ejercicios de pilates suelo y máquina, podrán empezar con los ejercicios facilitados en las máquinas, una vez que los dominen irse al suelo y finalmente volver a las máquinas para dificultarlos. El pilates suelo es un pelín más difícil que el pilates máquina pero ambos métodos son muy recomendables para personas con problemas de espalda y que tengan un tono muscular pobre.
La clase deberá adaptarse a las necesidades propias de la edad y respetar las diferencias individuales. Además, hay que evitar los ejercicios más complicados, que requieran de gran flexibilidad y que podrían derivar en lesiones desagradables. Aquí lo más importante será que la persona preste atención a sus sensaciones corporales.
Asimismo, existen algunos movimientos más recomendables que otros. Por ejemplo, los realizados en el reformer, trapecio o circuito de equipos les permitirán prepararse adecuadamente y aprender a realizar los movimientos de forma más controlada. El uso de pelotas y movimientos concretos como el del gato y las extensiones son también muy recomendables. El pelvic –que consiste en subir la pelvis recostado sobre la espalda y con las piernas flexionadas- es otro de los que merece la pena comentar.