Prosopagnosia, la imposibilidad de reconocer el rostro de los que amas
La prosopagnosia solo la padecen el 2,5% de la población; Brad Pitt es uno de los afectados
La ceguera facial impide asociar los rostros con las identidad de las personas, aunque sean personas con las que tengamos mucha relación
En los casos más graves, el paciente tampoco puede reconocer su propio rostro
Brad Pitt lo confirmó en una entrevista con Esquire. No consigue asociar los rostros y los nombres de personas después de conocerlas, algo que le ha supuesto algún que otra situación incómoda: "Hay personas que me odian porque creen que les estoy faltando al respeto", explicó en la misma entrevista. El actor padece prosopagnosia, una enfermedad apenas diagnosticada.
La prosopagnosia o ceguera facial es una enfermedad que se caracteriza por la imposibilidad de reconocer los rostros de las personas conocidas, aunque se trate de familiares y amigos con los que se convive diariamente. El afectado ve y reconoce las distintas partes de la cara, pero no puede recordar su ubicación ni identificar de a quién corresponden esos rasgos. Afecta a un 2,5% de la población.
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No es una incapacidad visual
La prosopagnosia es la desconexión entre la vista y el cerebro. Los ojos funcionan correctamente y son capaces de ver las distintas partes que componen un rostro, pero el cerebro se muestra incapaz de interpretar la información que recibe a través del sentido de la vista, e impide que el sujeto reconozca a otras personas.
Las personas que nacen con este problema suelen desarrollar técnicas adaptativas para reconocer a otros individuos por su voz, la ropa que visten, o sus ademanes, y a veces no se dan cuenta de que sufren prosopagnosia hasta la edad adulta.
La prosopagnosia se divide en dos tipos: la aperceptiva, en la cual el paciente no puede diferenciar un rostro de otro; y la asociativa, que sí permite distinguir algunas caras, pero no permite asociarlas con personas que conozca.
Síntomas de la enfermedad
En la actualidad no hay tratamiento para la enfermedad. Estas son sus principales características.
- Puede ser un trastorno congénito o adquirido. Las causas más frecuentes para desarrollarla son un traumatismo craneal, un derrame cerebral, o una enfermedad neurodegenerativa.
- En los casos más graves, el paciente tampoco puede reconocer su propio rostro. En esta fase es frecuente que vaya asociada a otros problemas neurológicos.
- La enfermedad no cursa de manera traumática porque los afectados pueden asociar los rostros a las personas gracias a otras características secundarias, como el tono de voz, el estilo de pelo o algunas peculiaridades físicas como, por ejemplo, un lunar.
- Por esta razón es una enfermedad infradiagnosticada: muchos enfermos ignoran que la padecen o no llegan a ir al especialista.