A los extranjeros el sol les chifla, pero en España hace tiempo que nos preocupa. Por eso, desde el mes de abril, los supermercados colman sus estanterías de envases de protección solar: aceites bronceadores, pulverizadores y en forma de crema. Es tanta la variedad que uno ya no sabe cuál elegir, ¿verdad? Porque, claro, no todos bloquean a los temidos rayos ultravioleta de la misma manera. Tampoco todos dotan a nuestra piel de ese color tostado que estamos deseando lucir en verano. Para sacarnos de dudas, lo mejor es un científico. Nuestro experto, José Manuel López Nicolás, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular y Vicerrector de Transferencia y Divulgación Científica de la Universidad de Murcia, explica en el vídeo las ventajas y desventajas de los productos solares.
El Factor de Protección Solar (FPS) es el tiempo máximo que uno puede exponerse al sol sin quemarse. ¿Cómo se calcula ese tiempo? Multiplicando el tiempo que tu piel podría exponerse al sol de manera natural sin quemarse (varía en función de la piel de cada persona) por el factor de protección solar por el hayas optado. Si por ejemplo, tu piel puede estar 10 minutos expuesta al sol sin quemarse y la crema solar es FPS 30, el resultado que obtendríamos sería de 300 minutos de exposición solar segura a lo largo del día.