Cuando nos duele algo o directamente nos diagnostican una enfermedad, más o menos grave, lo primero que se nos ocurre es entrar a Internet y buscar sobre el tema. ¿Qué ocurre? Que la mayoría de veces vamos a parar a páginas avaladas científicamente con datos y recomendaciones médicas profesionales, pero en otros casos nos topamos con páginas o promesas de dudosa fiabilidad. Por eso mismo, en base al Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias del ministerio de Sanidad, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido de la lista de aquellas que se ha demostrado que no son eficaces, así como de aquellas que aún se encuentran en proceso de revisión.

La definición de pseudoterapia es sencilla, son técnicas o terapias que no tienen ningún tipo de aval científico que las acredite como efectivas y seguras para el tratamiento o la curación de una enfermedad. Gracias al plan mencionado anteriormente del ministerio de Sanidad, desde 2018 se puede acudir a él para revisar la eficacia o seguridad de ciertas terapias alternativas, señalando cuales están consideradas pseudoterapias.

En total, hay disponibles 139 prácticas terapéuticas, de las cuales unas se consideran ya pseudoterapias y otras aún están en fase de revisión, por lo que hay que tener cuidado con ellas. De este total, 73 ya han sido consideradas pseudoterapias en base a datos de Medline, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Por tanto, esas técnicas no tienen ningún tipo de muestra científica que confirme su eficacia o su seguridad para cualquier tipo de tratamiento. Esas terapias son:

De las 66 restantes, cuatro de ellas ya tienen sus informes que afirman que faltan estudios que concluyan que sean eficaces, por lo que no se pueden descartar riesgos en su uso. Estas cuatro son la dieta macrobiótica, la magnototerapia estática, el masaje tailandés y la sanación espiritual activa.

Por tanto, quedan 62 terapias que aún tienen que ser revisadas, por lo que aún están consideradas posibles pseudoterapias al tener un dudoso efecto positivo sobre la salud:

Hay que recodar que esas 139 no son las únicas posibles pseudoterapias, ya que hay más, solo son las que los profesionales han ido recogiendo para estudiarlas una a una para saber si son o no seguras para tratar ciertas patologías.