En un mundo en el que la imagen es una parte importante de la proyección social, el cabello adquiere gran protagonismo en los cuidados de belleza. El envejecimiento es un proceso tan natural como inevitable que conlleva numerosas consecuencias para todos los seres humanos, algunas de ellas muy aparentes como son las arrugas de la piel y la aparición de manchas y otras que cada vez cobran más importancia como son la pérdida del cabello que, aunque es más evidente en algunos varones mayores o no tan mayores, las mujeres también la sufren.
En mayor o menor medida, todas las personas perdemos cabello con el paso de los años debido al envejecimiento de las células madre de los folículos pilosos y a la menor producción de proteínas, lípidos, melanina, keratina y colágeno que provoca que éstos no se regeneren y el pelo deje de crecer y se termine cayendo.
El envejecimiento es un proceso biológico natural que implica una serie de cambios estructurales y funcionales que aparecen con el paso del tiempo y que afecta a todo el cuerpo, incluido el cabello. Uno de los signos más visibles del envejecimiento del cabello es la aparición de canas, pero ese es solo uno de los signos que marcan el paso del tiempo. En realidad, tener canas se vuelve un problema menor al lado de otros signos del paso del tiempo, como los cambios en el grosor del cabello, en su textura y los cambios que se producen en cuanto a las zonas donde crece y no crece el cabello.
Es importante saber que cada cabello está formado tres capas de queratina, una proteína de endurecimiento, y que está rodeado por una capa exterior de láminas superpuestas que forman la cutícula. La única parte viva del pelo existe dentro del folículo piloso, que se localiza en la epidermis y dermis, que contiene algunos de las células de más rápido crecimiento en el cuerpo. El pelo, en realidad, es un tejido sin vida. El envejecimiento del cabello puede ser causado por cambios microscópicos, bioquímicos u hormonales que afectan el folículo piloso o factores ambientales que causan el desgaste en el cabello en sí.
Según especialistas en dermatología, se puede definir el envejecimiento capilar como un proceso por el cual el cabello se va debilitando, perdiendo hidratación, brillo, fuerza y afinándose hasta en ultima instancia llegar a caerse, produciendo alopecia. Aquí radica la primera clave para todos aquellos que temen a la caída de pelo, quienes tendrán que analizar si se dan estas condiciones para poder anticipar este estadio y, por tanto, evitarlo o retrasarlo.
Además, se trata de un proceso natural del cuerpo que señala aquello que tanto tememos: el envejecer. Sin embargo, hay varios factores que explican su origen y otros tantos que pueden acelerar ese proceso. Si bien existen condiciones genéticas (antecedentes familiares) que juegan un papel importante, en el caso de la población masculina pueden incidir un desequilibrio en los niveles de testosterona.
En cuanto a las mujeres se puede generar debido a una falta de estrógeno. Sin embargo, otros factores externos como: la contaminación, desordenes alimenticios o dietas muy estrictas o no equilibradas, falta de nutrientes, el estrés, el uso de productos químicos (tintes, champús, productos para el cabello…), temperaturas extremas, secadores, planchas y la exposición solar, pueden contribuir a este envejecimiento capilar.
Por último, hay dos condicionantes añadidos que pueden agravar aún más el envejecimiento capilar, como el uso de medicamentos o drogas para aumentar la masa muscular durante los entrenamientos en el caso de los hombres y las dietas de ayuno intermitentes mal planteadas, que pueden acabar en un déficit de nutrientes y, por lo tanto, en una mayor caída de pelo.
Partimos del hecho de que no se puede frenar el envejecimiento, pero sí se puede retrasar y también se puede conseguir un envejecimiento saludable. Así, del mismo modo que ocurre con la piel y con otras partes del cuerpo, un estilo de vida saludable y el uso de cosméticos adecuados, así como hábitos que respeten el cabello, puede retrasar sensiblemente el envejecimiento de este.