¿Qué es mejor para la resaca: paracetamol o ibuprofeno?
La resaca es un conjunto de síntomas que se produce por la ingesta excesiva de alcohol
Para paliar sus efectos, muchos recurren al paracetamol, un medicamento de uso común con propiedades analgésicas y antipiréticas que ayuda a combatir el dolor y reducir la fiebre
Sin embargo, su consumo está contraindicado en casos de resaca
A todos nos ha pasado alguna vez. Salimos de cena con los amigos y la noche se alarga, caen las copas tras copas y nos descubrimos volviendo a casa a primera hora de la mañana, cuando el sol ya brilla en lo alto. Horas más tarde, abrimos los ojos y notamos ese malestar tan característico de las noches de farra: la resaca, un conjunto de síntomas que se producen por la ingesta excesiva de alcohol y que incluye cansancio, debilidad, dolor de cabeza, sed, náuseas, irritabilidad y vértigo, entre muchos otros.
El alcohol inhibe la producción de vasopresina, una hormona que envía órdenes a los riñones para que retengan líquidos. Como resultado, cuando se ingiere bebidas con un alto contenido alcohólico aumenta la frecuencia para orinar y la pérdida excesiva de líquidos, provocando una leve deshidratación que da lugar a varios de los síntomas relacionados con la resaca.
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En estos días de máxima penitencia, además de jurar y perjurar que nunca más volverán a beber, son muchos los que echan mano del botiquín para buscar un medicamento que pueda paliar las molestias, especialmente aquellas relacionadas con los desagradables dolores de cabeza. El paracetamol y el ibuprofeno suelen ser, por norma general, los dos remedios en los que confiamos para sobrellevar estos duros momentos, pero ¿cuál de los dos es más efectivo?
Los problemas del paracetamol
El paracetamol es un medicamento de uso común con propiedades analgésicas y antipiréticas que ayuda a combatir el reducir la fiebre y aliviar el dolor y que resulta completamente seguro en dosis moderadas. Por norma general, suele recomendarse cuando se padecen gripes y catarros con fiebre y diversos tipos de dolores, como el de cabeza, el menstrual o incluso el muscular.
La cosa, sin embargo, cambia con las cefaleas derivadas de la resaca. En estos casos, su consumo está contraindicado, ya que al combinarlo con el alcohol podría causar efectos nocivos en nuestro organismo.
Esto se debe a que tanto el paracetamol como el alcohol se metabolizan en el mismo órgano: el hígado. Cuando bebemos en exceso, la enzima encargada de metabolizar el alcohol, la llamada alcohol deshidrogenasa (ADH), se ve saturada y debe pedir ayuda a otra enzima, la CYP2E1, que participa siempre en el proceso de metabolización del paracetamol. Esta enzima, a su vez, se transforma en un metabolito muy reactivo, el NAPQ1, que puede provocar muerte celular.
En condiciones normales, la presencia de esta toxina es mínima y puede eliminarse fácilmente gracias al glutatión, el tripéptido que protege a las células. Sin embargo, cuando se combina la ingesta de alcohol con la de paracetamol, los niveles de NAPQ1 aumentan significativamente, aumentando el riesgo de que suframos daño hepático si el glutatión no consigue eliminarlo.
Apuesta por el ibuprofeno
El ibuprofeno, en cambio, es un medicamento que no interactúa con el hígado, por lo que su consumo es mucho más recomendable para aliviar los síntomas de la resaca. Además, cuenta con la ventaja de pertenecer al grupo de medicamentos conocidos como “antiinflamatorios no esteroideos” (AINEs), que tiene actividad antipirética, analgésica y antiinflamatoria, por lo que será mucho más eficaz que el paracetamol.
No obstante, a la hora de consumir este medicamento, es importante que seamos cuidadosos y que respetemos las dosis recomendadas, ya que su consumo excesivo podría irritar sensiblemente a nuestro estómago.