Volvemos de la playa, nos damos una ducha y una crema para después del sol y de repente descubrimos que tenemos unas manchas blancas en la piel de la cara y de las extremidades. Hasta ahora no las habíamos visto porque no habíamos prestado tanta atención a nuestra piel y habíamos estado con ropa larga todo el invierno.
En Uppers nos preguntamos por qué salen manchas blancas en la piel por el sol. Lo habitual es que tengan una forma redondeada, de bordes definidos y de superficie lisa y del color de la porcelana. Los pelos en su superficie conservan su color. En cuanto al tamaño, son pequeñas, de entre 1 y 3 milímetros de diámetro, y aparecen en las áreas expuestas al sol. Su nombre es hipomelanosis guttata idiopática. Hipomelanosis se refiere al color más claro de las áreas afectadas, guttata significa que se asemeja a las lágrimas e idiopática que se desconoce la causa.
Tal como afirman los dermatólogos este tipo de manchas blancas principalmente se dan en personas que han estado expuestas al sol con una mayor asiduidad y de forma prolongada con lo que tienen un fotoenvejecimiento superior. Son más visibles durante la primavera y el verano, porque es cuando la piel experimenta un incremento de la exposición solar. Sin embargo, están presentes durante todo el año.
Cuando la causa de la aparición de las manchas en la cara y en el cuerpo es el sol se debe a que la piel va dejando de responder ante esa exposición solar acumulada a lo largo de la vida. En la parte más profunda de la epidermis, en la capa de las células basales, se encuentran los melanocitos que fabrican y contienen un pigmento llamado melanina.
La melamina es la encargada de proteger al organismo de los efectos malignos de la radiación ultravioleta (UV) por lo que los melanocitos son factores activos en el sistema inmunitario cutáneo. A medida que pasa el tiempo, los melanocitos van perdiendo la capacidad de fabricar dicha melanina, lo que provoca que la pigmentación deje de ser uniforme.
Las manchas blancas por el sol suelen cursar sin ningún tipo de síntoma. Más que todo es un problema estético. No obstante, los dermatólogos afirman que son acumulativas, es decir, al cumplir años, con la madurez de la piel aumentan en número principalmente en aquellas áreas más expuestas al sol, como piernas o brazos. También aparecen en el rostro y en el escote. Comienzan a salir a partir de los 30 y 40 años, predominan en mujeres y no hay diferencias raciales ni de tipos de piel.
Los dermatólogos apuntan que en realidad la causa de las manchas blancas es desconocida. Se manifiestan con el envejecimiento cutáneo por la exposición solar pero también destacan que existe una predisposición genética. En todo caso, se debe acudir a la consulta del especialista para un diagnóstico clínico y descartar otras posibles patologías que sí necesitan un tratamiento. Se trata de lesiones postinflamatorias, tiña, psoriasis o vitiligo que igualmente cursan con una disminución o una ausencia de pigmentación.
Lo más importante es proteger la piel del sol con una crema hidratante que tenga un SPF 50 como mínimo. Igualmente debe incluir una protección de amplio espectro, para que actúe contra los rayos ultravioleta tipo A (UVA) y contra los del tipo B (UVB). Otra recomendación es que el producto hidratante además sea antioxidante y tenga vitamina C. De la misma forma hay que incrementar el consumo de frutas y verduras además de otros alimentos ricos en vitamina C y carotenos.