Se acerca la primavera, temperaturas más suaves y más ganas de mantenernos en el exterior, algo más indicado para contener la pandemia de la covid-19 que los interiores. Pero también llega la pesadilla de los alérgicos por el aumento de polen en el ambiente que puede producir síntomas parecidos a los del coronavirus, por eso un grupo de investigadores ha analizado si la alta presencia de polen en el ambiente puede aumentar la posibilidad de contagio de coronavirus.
Primavera de 2020, momento en el que la pandemia paralizó el mundo entero. Esto ha sido lo que ha llevado a un equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) y el Helmholtz Zentrum München a realizar un estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, sobre la posible relación del polen en los contagios por covid-19. En total, el estudio contó con 154 investigadores que analizaron datos de 130 estaciones de 31 países de todos los continentes. En efecto, tras meses de investigación consiguieron demostrar que la presencia de mucho polen en el aire provoca un aumento en las tasas de infección del coronavirus.
Los investigadores han dado respuesta a esto. Al parecer, "cuando el polen vuela, las defensas del cuerpo reaccionan de forma debilitada a los virus del tracto respiratorio, que son los responsables de la secreción nasal y los resfriados" y una vez el virus entra en el cuerpo las células no infectadas actúan de forma que refuerzan las defensas antivirales. El problema viene en las concentraciones altas de polen, ya que no permite la producción de interferones antivirales. De esta manera, mucho polen en el aire significa un aumento de enfermedades respiratorias, incluida la covid-19.
El estudio ha comprobado como la humedad y la temperatura del aire pueden influir en algunos casos concretos, pero también han señalado como en periodos sin confinamiento las tasas de contagio eran un 4% más altas con cada aumento de 100 gramos de polen en el aire por metro cúbico, mientras que en zonas confinadas las tasas de infecciones eran más bajas comparadas con la concentración de polen.
La Universidad Técnica de Múnich ha recogido las declaraciones de algunos autores del estudio que explican que es complicado evitar la exposición al polen en el aire y que por eso mismo "las personas que pertenecen a grupos de alto riesgo deben ser informadas de que el aumento de las concentraciones de polen en el aire las hacen más susceptibles a las infecciones virales del tracto respiratorio", comenta Stefanie Gilles, una de las investigadoras.
La protección es clave para evitar contagios, por eso mismo Claudia Traidl-Hoffmann, otra de las participantes en el estudio, recomienda estar atento a las concentraciones de polen ahora que llega la primavera, especialmente aquellas personas que presentan factores de riesgo ante el virus. Por eso mismo, su principal consejo es el uso de mascarillas con buenos filtros frente a las partículas, como las FFP2 o FFP3, cuando la concentración de polen es muy alta, de esta manera se puede mantener tanto el polen como el virus alejado de las vías respiratorias.