La menopausia es uno de los momentos de mayores cambios en la vida de las mujeres. Es el comienzo de una nueva etapa, el punto en el que nos encaminamos hacia la edad madura y en el que nuestro comportamiento hormonal se transforma dando lugar a una serie de problemas que pueden ser de lo más incómodos. Desde trastornos de sueño a enfermedades cardiovasculares, los síntomas de la menopausia son varios y afectan de manera distinta a cada mujer, pero si hay uno que parece común a todas las mortales, ese son los sofocos, esos desagradables calores que nos atacan por la cara y el pecho y que podrían tener consecuencias mucho más graves de las que pensamos. Y es que según un reciente estudio publicado en la revista estadounidense "Menopause", de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, los sofocos en la menopausia podrían estar relacionados con una de las grandes preocupaciones del envejecimiento: la pérdida de la memoria.
Según el estudio, las mujeres que se encuentran en el primer año de menopausia tienen peores resultados en las pruebas de de mentalidad que las que siguen siendo fértiles, algo que podría deberse a los sofocos. La conclusión se ha obtenido después de que los investigadores hayan estudiado qué ocurría en el momento en el que aparecían estos calores y cuáles eran los efectos que el proceso de codificación y reconocimiento de un ejercicio de memoria tenía sobre la función del hipocampo y la corteza prefrontal, las dos zonas del cerebro donde se almacenan los recuerdos a corto y largo plazo, respectivamente.
Los resultados, si bien no son concluyentes, parecen establecer una relación entre los sofocos y los cambios que afectan a la memoria. Esto se debe a que la caída en los niveles de estrógeno que se produce cuando tenemos sofocos también afecta al centro regulador de temperatura de nuestros cuerpos, situado, precisamente, en el hipotálamo. Sin embargo, la información que hoy día tenemos aún es escasa, por lo que será necesario que se realicen nuevos estudios que confirmen o desmientan esta relación y los posibles efectos del tratamiento contra estos calores.
Exista o no una relación entre los sofocos en la menopausia y la pérdida de la memoria, lo cierto es que estos súbitos calores son tan incómodos que, en los casos más graves, pueden llegar a afectarnos a nuestra vida cotidiana. Pero, afortunadamente, este malestar se puede aliviar si llevamos a cabo algunos pequeños cambios en nuestra forma de vida.
Y es que al igual que ocurre con el resto de problemas que pueden aparecer en nuestro cuerpo, mantenernos en un peso saludable nos ayudará a mitigar los sofocos, ya que el peso está relacionado con la frecuencia con la que sufrimos estos calores. Por eso, si estas empezando a sufrir los efectos de la menopausia y tienes sobrepeso, tal vez sea el momento de revisar nuestra dieta para añadir alimentos saludables que nos ayuden a adelgazar. Aun así, independiente de nuestro peso, es recomendable limitar el consumo de comidas picantes, alcohol y cafeína para evitar que los síntomas de la menopausia empeoren, así como hacer ejercicio de intensidad moderada y dejar el tabaco en caso de que fumemos.
A la hora de dormir, es recomendable que mantengas una habitación fresca y bien ventilada, ya sea utilizando un ventilador o manteniendo las puertas y ventanas abiertas para que corra una brisa que nos ayude contra los calores nocturnos. Además, es preferible que te vistas con varias capas de ropa para aliviar la sensación de calor en el momento en el que nos ataque uno de estos calores. Pero si ninguno de estos consejos te funciona, recuerda que siempre puedes acudir a un especialista: los médicos te ayudarán a aliviar estas molestias y te conducirán hacia un envejecimiento cómodo y saludable.