Puede que alguna vez al bajar a comprar el pan te hayas enterado de que uno de tus vecinos se ha roto la cadera. Te cuentan que ha sido un tropezón tonto con la alfombra y que se ha dado un simple golpe. Entonces, ¿ha sido tanto como para una fractura de cadera? Pues seguramente tu vecino ya tiene cierta edad, sus huesos están desgastados y si padece alguna enfermedad, como la osteoporosis, es normal que del más mínimo golpe se haya producido la rotura.
Hablamos de rotura de cadera, pero lo cierto es que lo más frecuente es que el hueso que se fractura sea el fémur, en la zona de la articulación de la cadera que lo une a la pelvis. Son nuestros mayores los que más cuidado deben tener con los golpes en esa zona, su densidad ósea ha disminuido bastante con el paso del tiempo, sobre todo si se padece osteoporosis. La cadera es el nexo entre la parte superior e inferior del cuerpo, así que hay que cuidarla y reforzarla, puesto que con el paso de los años cada vez será más frágil.
Las caídas son la principal causa de una rotura de cadera. Esos golpes tontos o ese momento de desestabilidad pueden ser fatales. Pero, en especial, deben tener precaución las mujeres, sobre todo a partir de la menopausia, pues la pérdida de densidad ósea se acelera a partir de ese momento, cosa que a los hombres no les ocurre tan pronto, sino una vez que alcanzan cierta edad, entre los 65 y 70 años.
Por eso, para prevenir la rotura de cadera, lo mejor es evitar tener objetos en casa con los que se puedan tropezar, como alfombras; intentar no cambiar constantemente los muebles de sitio para que se esté familiarizado con donde está cada cosa; o no tener una ducha con escalón, y si es posible que tenga un soporte en el que agarrarse ante posibles resbalones o pérdidas de equilibrio. Pero no solo tomando medidas en casa se previene la rotura de cadera.
Los expertos recomiendan alimentos ricos en calcio y realizar un mínimo de ejercicio físico cada día para mantener activos los huesos y los músculos. Además, la vitamina D es perfecta para ayudar a que el calcio se fije bien en los huesos, por lo que tomar un poco el sol cada día será perfecto. Eso sí, no esperes a llevar a cabo estas indicaciones cuando empiezas a padecer de los huesos. Hacerlo desde ya te ayudará a llegar a la vejez con unos huesos más fuertes y menos desgastados.
Una vez que la radiografía o la resonancia magnética confirma al traumatólogo la fractura de cadera, lo normal es que pienses que se tendrá que pasar por quirófano para fijar la rotura, hay ocasiones en las que no es necesario. Por ejemplo, cuando la fractura no es muy grande y el paciente no tiene una edad muy avanzada se puede optar por rehabilitación o fisioterapia, controlando el dolor y añadiendo movilidad a la articulación poco a poco.
Pero cuando es necesaria la intervención quirúrgica, se valora dependiendo de cómo sea la fractura la técnica. Por lo general, para devolverle la movilidad y la estabilidad a la cadera se suelen colocar placas, clavos o prótesis que fijen perfectamente la articulación. Ten en cuenta que la recuperación será algo lenta, se han introducido elementos externos en el organismo que a los que se tiene que adaptar, sin olvidarse del proceso y seguimiento de rehabilitación para que la recuperación sea total.