Cáncer de vejiga: pistas que indican que no es solo una infección de orina
Este cáncer se encuentra entre los cinco que más se diagnostican en nuestro país
Se prevé que este año haya 22.295 nuevos casos en España
La sangre en la orina sin dolor es la primera señal de alerta
Jesús Mariñas, uno de los rostros más conocidos de la crónica rosa, acaba de fallecer a los 79 años a causa de un cáncer de vejiga con el que llevaba luchando varios meses. Desde finales del mes de marzo estaba ingresado en el hospital Ramón y Cajal de Madrid debido a un empeoramiento de su estado de salud, ya que dejó de comer y presentaba dificultad para hablar. Este cáncer se encuentra entre los cinco que más se diagnostican Te contamos cuáles son los síntomas a los que estar atento.
Sangre en la orina
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La hematuria, más conocida como sangre en la orina, es el primer signo que alerta de esta enfermedad. En función de lo avanzada que esté la enfermedad, aparecerán pequeñas cantidades de sangre solo visible en análisis, o la teñirá directamente a un color naranja, rosa o rojo oscuro.
En las etapas tempranas de este cáncer, es decir, cuando es pequeño y se encuentra únicamente en la vejiga, el sangrado no va acompañado dolor ni ningún otro síntoma, a diferencia de lo que ocurre con las infecciones. Y tampoco tiene por qué producirse a diario, por lo que es importante vigilar una vez que se sangra si es recurrente cada cierto tiempo, aunque pasen meses.
No obstante, desde la Sociedad Americana del Cáncer recuerdan que la presencia de sangre no tiene que estar relacionado directamente con esta enfermedad y que puede deberse "a otras afecciones, tal como infección, tumores benignos (no cancerosos), cálculos renales o en la vejiga u otras enfermedades renales benignas". De ahí que sea muy importante acudir al médico en cuanto pase.
Cambios urinarios inesperados
Además de la hematuria, este cáncer también causa cambios al orinar, como hacerlo con más frecuencia de lo normal, dolor o ardor cuando empieza el pis, sensación de tener que ir al baño de forma continua incluso cuando la vejiga no está llena, reducciones importantes en el flujo o despertarse en numerosas ocasiones durante la noche con ganas irrefrenables.
Como ocurre en el caso anterior, estos síntomas también se asocian con infecciones del tracto urinario, pero conviene no infravalorarlos y, en caso de tener la patología, empezar a tratarla cuanto antes.
En los casos más avanzados, si ha crecido mucho el tumor o se ha propagado, los síntomas pasan a ser otros totalmente diferentes, entre los que se encuentran la incapacidad de orinar, dolor en un lado de la espalda baja o pérdida de apetito y peso, como le ocurrió a Mariñas. También es común sentir cansancio o debilidad, hinchazón en los pies y dolor de huesos.