Suplementos de testosterona: mitos y verdades del método de moda para aumentar el vigor sexual
No debe usarse como un suplemento energético ni para mejorar la función sexual
En España su uso médico se restringe a casos de hipogonadismo
'Ayuda a recuperar el apetito sexual y la líbido de forma inmediata' reza la caja de uno de los suplementos de testosterona que se encuentran en el mercado español. Estas pastillas, cada vez más comunes, prometen ser una alternativa a la viagra o la cialis. Pero, ¿realmente son efectivas? ¿Cumplen la misma función? Hablamos con dos médicos para que nos aclaren si realmente sirven para combatir el envejecimiento y recuperar el vigor sexual.
¿Milagro antiagging?
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A partir de los 40 años los niveles de testosterona disminuyen un 1% por año, este proceso se enmarca dentro de la andropausia y existen tratamientos eficaces con hormonas para tratarla. Sin embargo, en la última década, los suplementos orales de testosterona se han hecho un hueco en el mapa.
Un estudio de la Universidad del Sur de California, en Estados Unidos, comparó 50 suplementos de diferentes laboratorios y concluyó que cerca del 80% no aumentaban la producción de esta hormona. Es decir, que no son el milagro antienvejecimiento que venden.
"La moda viene de Estados Unidos, allí se venden como bomba sexual y se asocian al tema del doping. Aquí, las autoridades sanitarias lo tenemos claro. No debe usarse como un suplemento energético ni para mejorar la función sexual", apunta el doctor Lluís Bassas Arnau, Jefe de Andrología de la Fundació Puigvert y Vicepresidente de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA).
Dentro del entorno médico, la hormona de la testosterona solo se usa en dosis inyectables y cuando un hombre tiene una producción baja de la misma. “El uso en España está restringido a los casos de hipogonadismo, una enfermedad que solo afecta al 5% de los hombres mayores de 40 años”, aclara el doctor Bassas.
Riesgos para la salud
En cualquier caso, siempre se realizan tratamientos bajo supervisión médica y estudiando las dosis requeridas por cada paciente. Cuando su uso se produce fuera de este supuesto, lejos de ser beneficiosa, resulta perjudicial para la salud.
"El efecto es el contrario al que se desea. Si administras en el cuerpo muchas hormonas de testosterona, el organismo interpreta que el testículo está produciendo mucha hormona y frena su producción", explica el doctor Alberto Pérez-Lanzac, urólogo de la Clínica Ruber Internacional y profesor de la Universidad Alfonso X el Sabio.
Pero no solo esto, "dentro de los efectos adversos más comunes se encuentran el aumento excesivo de glóbulos rojos que puede ser verdaderamente peligroso en personas con hipertensión y el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares", explica el vicepresidente de (ASESA). Precisamente un reciente estudio publicado por la revista médica PLOS One revela que los suplementos de testosterona pueden aumentar entre un 20 y un 30% el riesgo cardiovascular.
Además de los anteriormente mencionados, estas pastillas pueden favorecer "el crecimiento anormal del tamaño de la próstata y el empeoramiento de los cánceres asociados al aparato reproductor", explica Bassas Arnau. "También se dan casos, sobre todo en culturistas, que la excesiva hormonación provoca una disminución de los testículos", añade el Pérez-Lanzac.
No sustituyen a las pastillas milagro
Estos suplementos son fáciles de encontrar en internet y en muchos casos se ofrecen como una alternativa efectiva a la pastilla azul, sin receta y más barata. Pero pese a lo llamativo de sus copys, el doctor Bassas lo deja claro, las pastillas de testosterona ni sustituyen ni equivalen a la viagra y a la cialis. Este es su "Antes de que estas existiesen se recetaban suplementos de testosterona pero el efecto no es remarcable", expone.
"Su función es diferente. La testosterona afecta a nivel cerebral y en los casos que es necesaria, también a la función sexual. El problema viene cuando alguien sin problemas la toma, en ese caso el efecto del suplemento es transitorio, dura poco en el organismo y enseguida el cuerpo lo compensa", concluye el Jefe de Andrología.