Beneficios del día a día: por qué tomar lácteos ayuda a aliviar la artrosis
Tomar lácteos a diario ayuda a mantener una dieta equilibrada
Su aporte en calcio y vitamina D puede ayudar a prevenir enfermedades como la artrosis y ayudar a fortalecer los huesos de quienes ya padecen patologías reumáticas
Desde pequeños siempre nos han dicho que debemos tomar leche y otros lácteos para crecer con los huesos fuertes, ya que es una de las principales fuentes de calcio que ingerimos a través de la alimentación. Pero con el tiempo, nos hacemos mayores y parece que dejamos este tipo de alimentos a un lado, solo un poco de leche con el café y nuestro organismo no recibe más fuentes de calcio. Pero lo cierto es que seguir consumiéndolo en la edad adulta es igual o más necesario, en especial para la prevención de enfermedades reumáticas como la artrosis o la osteoporosis.
Los lácteos contra las enfermedades reumáticas
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Aunque la artrosis afecta principalmente a las articulaciones, perdiendo las propiedades del cartílago y produciendo un roce entre huesos que puede provocar la deformidad y el dolor de estos, la osteoporosis sí que afecta directamente al hueso, ya que la densidad de la masa ósea disminuye considerablemente, haciendo que con cualquier golpe el hueso se rompa con más facilidad. De ahí la importancia de mantener los niveles de calcio adecuados a través de la alimentación, desde la infancia hasta la edad adulta.
Este tipo de enfermedades suele afectar más a ellas que a los hombres, en especial en edades adultas, y el consumo de lácteos en el día a día puede ser un método que ayude a la prevención de su aparición. Por ejemplo, un estudio publicado en el American College of Rheumatology afirma que aquellas mujeres que toman leche baja en grasas, es decir leche desnatada o semidesnatada, pueden retrasar la aparición de la artrosis en la rodilla.
Pero, ¿cuál es la cantidad correcta de lácteos que se debe tomar? Según la Fundación Española de Reumatología, durante la infancia, a partir de los 50 años y en mujeres embarazadas, se recomienda consumir un total de 1.200 o 1.500 miligramos diarios de calcio. Eso sí, aquellas personas que tomen suplementos farmacológicos diarios de calcio por prescripción médica, deben combinar correctamente ambas dosis.
Vitamina D, necesaria para la absorción del calcio
El calcio necesita de otros minerales o vitaminas para realizar correctamente sus funciones, y entre ellas está la vitamina D, que ayuda al organismo a absorber adecuadamente el calcio y a mantener y formar el sistema óseo, así como regular los niveles de calcio en sangre. Una de las mejores formas de conseguir esta vitamina es a través de la exposición al sol, con la que se suele cubrir perfectamente las necesidades del cuerpo.
Pero por supuesto, la vitamina D también se encuentra en muchos alimentos, en pescados como el atún, la caballa o el salmón, y también en muchos productos lácteos, ya que la leche o la mantequilla, más allá de su aporte en calcio, también son un suplemento alimenticio de la vitamina D.
Un aporte necesario en la osteoporosis
Aunque es necesario incluir los lácteos en la alimentación de aquellos que padecen artrosis o artritis reumatoide, es más importante aún en quienes padecen osteoporosis por el grado de afección que tiene en los huesos. Junto con su aporte de vitamina D, productos lácteos desnatados, para un menor consumo de grasas, es lo ideal, ya que tienen la misma cantidad de calcio. Además, para evitar quesos grasos, los curados son, según la Fundación Española de Reumatología, los que más contenido en calcio tienen.
Pero además de leche, yogures o quesos, la Fundación recomienda otro tipo de fuentes de calcio más variadas, desde legumbres como los garbanzos, distintos frutos secos como las almendras o las nueces, hasta pescados, hortalizas o semillas.
Y, a pesar de que el consumo de lácteos es importante para las enfermedades reumáticas, es necesaria su combinación con reposo, ejercicios suaves o con el cuidado de la postura. Pero los lácteos van a ser imprescindibles para llevar una vida sana, ya que la dieta equilibrada refuerza el sistema inmune y permite evitar la obesidad, para mejorar la calidad de vida de quienes sufren estas patologías.
El consumo de lácteos y un buen aporte de calcio y vitamina D a través de ellos desde la infancia hasta la edad adulta puede ayudar, en algunas ocasiones, a prevenir enfermedades como la artrosis o la osteoporosis, alimentos que también son necesarios para quienes ya sufren estas patologías. Fortalecen el sistema óseo y así se permite no agravar la situación. Ya ves que los lácteos, en especial desnatados para evitar las grasas, son más que necesarios para el mantenimiento de una dieta equilibrada.