La pérdida de cabello ya no es un problema: trasplantes capilares sin raparse la cabeza

  • La pérdida del cabello es un problema que acompleja y preocupa a muchas personas, que buscan una solución definitiva a este problema mediante una intervención.

La pérdida del cabello es un problema que acompleja y preocupa a muchas personas, que buscan una solución definitiva a este problema mediante una intervención. Por ello, el tratamiento más eficaz para acabar con la alopecia es el injerto capilar; aunque existen personas que no continúan adelante con el proceso por la necesidad de rapar la zona a tratar, sobre todo si se trata de mujeres.

No obstante los avances que se han producido con respecto a la cirugía de trasplante de pelo y de injerto capilar han llevado a que actualmente se pueda realizar esta intervención sin tener que llegar a rasurar la zona que se va a tratar, mediante la técnica FUE. Gracias a este procedimiento, el paciente puede mantener la mayor parte de su cabello intacto, ya que deja menos señales visibles y la cicatrización es muy rápida; lo que hará que la persona pueda llevar esta intervención con una mayor discreción al ser una técnica mínimamente invasiva; además de poder incorporarse a su vida cotidiana prácticamente de inmediato sin miedo a que nadie note nada.

Del mismo modo que podemos llevar a cabo un injerto capilar por razones estéticas, son esas mismas las que nos hacen necesario no hacer visible el proceso. Personas que trabajen de cara al público, por ejemplo, o quienes no quieran hacer partícipes a nadie del injerto, pueden servirse de esta técnica para no dar ninguna pista sobre el tratamiento al que se están sometiendo.

Este nuevo sistema de trasplante capilar tiene ciertas ventajas para las que optan por hacerlo.

  • Intimidad del paciente.
  • Mantenimiento de la estética habitual.
  • Proceso mínimamente invasivo ya que se realiza con anestesia local.
  • Naturalidad de los resultados.
  • Incisiones mínimas debido a la utilización de punch de 0,75 a 0.9 mm de diámetro.
  • Se puede controlar la angulación del implante según la dirección del crecimiento del cabello y la distancia entre los cabellos implantados.
  • Permite una mayor proximidad de la implantación dando una densidad natural.
  • Crecimiento más rápido frente a otras técnicas utilizadas.

Mediante la técnica FUE se escoge previamente y de manera minuciosa la zona donante con una gran cantidad de folículos. Para realizar la técnica Fue sin rasurar se recortará una parte de la zona escogida para la extracción, uno a uno, de los folículos, manteniendo cubierta la zona recortada con total naturalidad.

Posteriormente se realizará el implante de esos folículos en la zona receptora con los mismos estándares de calidad, ángulo y crecimiento que con la técnica FUE tradicional. El paciente podrá ver cubierta en todo momento la zona donante con su propio pelo y el proceso del implante de pelo sin rapar no se resentirá en absoluto. El injerto Fue sin rapar es más laborioso y exigente para el equipo médico.

6 pasos para un injerto sin afeitado:

  1. Diseño de las zonas donante y receptora: se escogen y dibujan las zonas donante y receptora seleccionando de manera minuciosa los folículos a utilizar para el injerto capilar.
  2. Extracción de las unidades foliculares: del mismo modo que si se rapara la cabeza, el equipo médico se encarga de extraer uno a uno los folículos a utilizar con posterioridad para el implante. Eso sí, la cantidad de unidades foliculares a extraer serán menores que si se afeita la cabeza del paciente. En este caso sin rasurar, se puede cubrir la zona donante con el pelo del paciente.
  3. Clasificación de las unidades foliculares: se clasifican y conservan los folículos para asegurar su viabilidad y fuerza en el momento del implante. Deben estar fuera del cuero cabelludo el menor tiempo posible para aumentar así su porcentaje de supervivencia.
  4. Implantación: siguiendo la técnica de implantación se llevará a cabo con la ayuda del implanter, lo que permitirá al equipo médico mantener el ángulo y la dirección de crecimiento natural del pelo, así como la profundidad exacta. Se llevará a cabo folículo a folículo y las incisiones serán de menor diámetro, haciéndolas menos visibles.
  5. Lavado y secado del pelo de la zona del donante.
  6. Al día siguiente de la intervención, el paciente acude a la Clínica en donde se realiza el primer lavado de cabeza, este es un lavado muy minucioso y delicado, no se debe frotar en ningún caso la zona trasplantada y solo hasta el quinto día se empieza con el lavado con pequeños toques con las yemas de los dedos y a partir del 8º día con movimientos circulares.

Cabe destacar que el implante capilar sin rapar se encuentra destinado hacia hombres y mujeres que desean conservar su cabello original con el mismo estilo y longitud durante todo el procedimiento.