Los trastornos hormonales también son cosa de hombres: la tiroide y la testosterona, los más comunes
Los hombres también sufren cambios hormonales que, en general, se producen por procesos naturales, aunque su diagnóstico es más complicado y menos evidente de los que se producen en las mujeres
Se habla, y mucho, sobre los cambios hormonales en las mujeres, quizá porque son bastantes evidentes y sus efectos son mucho más palpables en momentos como el embarazo, el postparto o la menopausia. Pero que en ellas sea más notable no significa que sean las únicas que sufren esas variaciones hormonales, pues los hombres también las padecen. Quizá de una forma mucho más silenciosa y algo más tapada, pero está ahí y afecta, lo que ocurre que su avance es más lento y no se hace evidente hasta que se alcanza una edad algo más avanzada.
En varones los cambios o trastornos más comunes relacionados con las hormonas son dos, las variaciones de la testosterona y un problema cada vez más recurrente, los relacionados con la glándula tiroidea.
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Hipogonadismo, falta de testosterona
Cuando se habla de falta de testosterona se lo conoce como hipogonadismo, es decir, que los testículos producen pocas o prácticamente ninguna hormona. Objetivamente es algo “normal”, ya que entre los 30 y los 40 años comienza a descender el nivel de testosterona de manera progresiva, más o menos un 1’5% o 2% al año. El problema aquí está en el diagnóstico, pues el especialista debe saber distinguir entre una bajada asociada a una patología o a la disminución natural por la edad.
Los síntomas no aparecen de golpe, llegan poco a poco, de forma progresiva, siempre que se dé como un proceso natural y hay que saber detectarlos. Por una parte están los relacionados con la sexualidad, ya que el deseo sexual disminuye, pero también puede entrar en juego la disfunción eréctil. En el otro lado de la balanza está el estado físico, ya que el ejercicio se tolera cada vez de peor forma, con mucha menos fortaleza y resistencia, fatiga e incluso aumentando la sudoración diurna y nocturna.
Pero ojo, porque el hipogondismo también afecta de forma mental y psicológica, puesto que puede generar episodios de ansiedad, desarrollar el denominado síndrome de irritabilidad masculina o incluso temporadas con síntomas depresivos.
Controla la glándula tiroides
En los principales problemas hormonales de los hombres también hay alguno que otro fuera de la testosterona, siendo la glándula tiroidea la que más inconvenientes puede traer de dos formas diferentes: hipotiroidismo o hipertiroidismo, todo depende de la actividad que tenga la glándula. Una patología muy común entre las mujeres pero que, como ves, también afecta a un porcentaje de varones.
Por una parte, el hipotiroidismo es el cuadro que se genera por la actividad reducida de la tiroides y sus hormonas, lo que hace que disminuyan muchas de las funciones que realiza el organismo. Eso sí, su afección suele ser lenta y progresiva, pero entre sus síntomas principales se encuentra el aumento de peso, un mayor cansancio o una gran intolerancia al frío. Y estos son los más leves, ya que en casos avanzados puede provocar, por ejemplo, una insuficiencia cardíaca.
En el otro lado de la balanza se encuentra el hipertiroidismo, con origen autoinmune ya que es el mismo organismo el que genera el exceso de hormonas tiroideas. Aquí los síntomas se podría decir que son contrarios a una reducción de las hormonas. Por ejemplo, uno de los principales es la pérdida de peso, mayor sudoración y una tolerancia casi inexistente al calor que se une con insomnio o un gran nerviosismo.
El diagnóstico no es tan fácil, ¿por qué?
Detectar los cambios hormonales en hombres no es sencillo porque existe un amplio abanico de edad en el que se produce esa disminución de la testosterona, su principal trastorno hormonal. Además, en la mayor parte de los casos es un proceso progresivo, lento, muy diferente a lo que ocurre con las mujeres, que pierden la menstruación, un síntoma claro de la disminución de sus hormonas.
Por otro lado está la aparición de síntomas, muchas veces achacados a cosas de la edad, que lo son, pero acompañados de cambios hormonales que deberían revisarse. Por eso mismo son muchos los expertos que alertan de que ellos acuden mucho menos al urólogo, mientras ellas visitan con frecuencia el ginecólogo aún teniendo un diagnóstico más evidente.
Los cambios hormonales no son solo cosas de mujeres, también afecta a los hombres, en especial a partir de cierta edad, cuando la testosterona comienza a bajar de forma progresiva. Pero ojo que la testosterona no es la única que afecta, siendo la glándula tiroidea una de las más frecuentes a medida que avanza la madurez del hombre.