Cambios de hábitos necesarios para prevenir la pérdida de audición
A pesar de que las pérdidas de audición se asocian a la edad, cambiar ciertos hábitos del día a día pueden ayudar a que su aparición no sea tan temprana
Cuidado con los ruidos muy altos, las infecciones o la alimentación, pues podrían acelerar el envejecimiento auditivo, desembocando en una pérdida continuada de la audición
La pérdida de audición se suele relacionar con la edad y es normal, pues según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) puede afectar a uno de cada cinco mayores de 60 años, aunque poco a poco, por algunos hábitos que la sociedad ha ido adquiriendo, es una patología que puede aparecer a cualquier edad. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) avisa a los más jóvenes, entre los 12 y los 35 años, pues unos 1100 millones están en riesgo de padecer pérdidas de audición en un futuro.
Según datos de la OMS en 2019, 466 millones de personas en el mundo padecen pérdidas de audición discapacitante y prevé que en 2050 la cifra llegue a los 900 millones. Los factores que pueden provocar la sordera son múltiples, desde congénitos que vienen acompañados de un componente genético o de complicaciones en el embarazo o en el parto, hasta situaciones del día a día que podrían evitarse para cuidar la salud auditiva.
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El cambio de algunos hábitos, el primer paso
Uno de los factores que afecta a la pérdida de la audición es el envejecimiento, pero este proceso se puede acelerar si no se cuidan los oídos, y el ruido es algo a tener en cuenta. Cada día estamos expuesto a un sin fin de sonidos, en ocasiones muy elevados. Desde el alboroto de las grandes ciudades a la música que oímos, en especial cuando se escucha con auriculares. Es importante que se regule y no poner el volumen a tope aunque sea tu grupo o canción favorita. Además, se aconseja reducir el uso de los auriculares, limitando su tiempo, pues la OMS apunta a que una exposición de 15 minutos a un sonido de unos 100 decibelios ya es perjudicial.
Lo mismo con la televisión o el ordenador, aunque no se usen auriculares, procura tener el volumen en un nivel normal, que no sea demasiado alto. También hay que evitar los ruidos fuertes, evitando colocarse cerca de los altavoces en los conciertos o procurando no pasar cerca de obras. En este caso, las personas que trabajan con maquinaria tan ruidosa deben protegerse siempre los oídos con el material adecuado.
Y aunque no lo creas, una buena alimentación que contribuya a evitar la obesidad o altos niveles de colesterol, por ejemplo, puede reducir el proceso de envejecimiento y el riesgo de padecer muchas enfermedades, por lo que con ello puedes prevenir la pérdida de audición. Así que dieta variada y no abuses de azúcares o bebidas alcohólicas.
Toma precauciones
Como ya sabes, la humedad puede producir la aparición de alguna patología en los oídos como la otitis, así que cuando se va a la playa o a la piscina debes tener cuidado con el agua para que no entre en el interior de los oídos. Precaución también con el viento fuerte, que puede producir inflamaciones, y presta especial atención a los procesos gripales o a los resfriados. En esos casos es muy probable contraer una infección en los oídos, por lo que al mínimo dolor debes comunicarlo a tu médico, ya que infecciones graves pueden desembocar en pérdidas progresivas de audición.
Aunque no lo creas, algunos medicamentos pueden ser perjudiciales para tu salud auditiva. No lo son por tomarlos una sola vez, pero el consumo excesivo sí puede llegar a provocar daños en el oído. Por eso mismo, siempre se deben tomar cuando han sido prescritos por el médico, sin abusar de ellos, tomándolos solo cuando es totalmente necesario. Entre ellos están algunos muy comunes, como la aspirina, el ibuprofeno o algunos antibióticos.
Y si a lo largo de tu vida has escuchado que los bastoncillos de oídos no son tan buenos como parecen, podrían estar en lo cierto. La SEORL-CCC afirma que lejos de ser una señal de falta de higiene, la cera de los oídos es un síntoma de buena salud auditiva. Por ello, no se recomiendan los bastoncillos, la cera que se encuentra en la oreja puede retirarse con un paño o una toalla, mientras que introducir en el oído el bastoncillo puede empujar hacia el interior la cera y terminar provocando un tapón que cree alguna infección.
Ya ves que el deterioro auditivo ya no es solo cosa del envejecimiento, hay que cuidar los oídos desde pequeños, por lo que atento a tus hijos o nietos, adquiriendo unos hábitos que no sean perjudiciales para ellos. No hay que abusar de los auriculares y usarlos con un volumen estándar, protegerse de ruidos muy elevados y de las infecciones que puedan producirse y desde que se note algo extraño, acudir al especialista. Así que no queda otra que cuidar uno de los sentidos que más información aporta al ser humano, el oído.