El viaje de la vacuna Pfizer de Bélgica a Madrid: hablamos con los que llevan meses pensando en cómo transportarla a -80ºC
Los primeros grupos en recibir la vacuna serán los mayores de 65 años, así como los sanitarios y personal de servicios esenciales
Tiene que ser transportada hasta tu hospital a -80ºC, lo que implica numerosos cambios en la logística de vacunas habituales, como la de la gripe
En el caso de la vacuna de Oxford se prevé que se pueda distribuir a -20ºC, e incluso llegar a los 2,8ºC, temperaturas que no supondrán problemas para su distribución
Un reto logístico sin precedentes. Un único objetivo: salvar a la Humanidad de un virus que causa estragos económicos y humanos. Parece la sinopsis de una película de Bruce Willis, pero es la cruda realidad. Esta semana la vacuna de Pfizer ganaba enteros para ser una de las primeras en llegar por su eficacia del 90%. Sin embargo, desde que salga desde la planta de producción en Puurs (Bélgica) hasta que llegue a España y se administre a sanitarios o personas mayores de 65 años, tendrá que superar numerosos obstáculos debido a su principal novedad: debe ser transportada y mantenida a -80ºC. En Uppers hemos recreado cómo será esta travesía de la vacuna gracias a Juan (nombre ficticio), representante de una compañía de logística y de distribución que se encuentran allanando el camino para que llegue al hospital junto a tu casa.
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De la fábrica, al aeropuerto
Pfizer tiene varios centros de producción tanto en Europa como en Estados Unidos. Según la compañía, en Norteamérica el envasado de las dosis se produciría en Kalamazoo (Michigan) y, en Europa, lo más probable es que se realice en Puurs (Bélgica), donde tienen una de sus fábricas principales. No está previsto que, por el momento, se fabriquen en España, por lo que traer las dosis desde otro país hasta aquí ya supone varios problemas logísticos de importancia.
El primero, relacionado con los materiales donde se introducen las dosis: "Nos han explicado que los botes de cristal habituales donde se introducen las dosis, a -80ºC se rompen, así que hay que cambiarlos por otro material", explica Juan. Y, el segundo, tiene que ver con el hielo seco que se utilizará para mantener la temperatura a -80ºC. "Se fabrica con etanol, un derivado del petróleo, y ahora, debido a la disminución del consumo de combustibles, no se produce tanto etanol como para cumplir con la demanda que vendrá".
Viaje en avión, con containers especiales
Superados estos obstáculos, embarcará en las bodegas de aviones de carga estándar, que volarán hasta los aeropuertos designados. Pero cuidado, porque ahí existe otra piedra en el camino: deberán ir en containers especiales tipo 'Envirotainer', capaces de mantener el frío.
Llegada al almacén, reconvertido en 'granja congeladora'
Una vez aterriza el cargamento, el siguiente paso es llevarlo hasta un centro logístico, desde donde se producirá la distribución futura. Y ahí nace un nuevo problema: "no existen almacenen que aguanten a -80ºC y hay empresas que están creando granjas de congeladores. Ponen 100 congeladores en línea del tipo Stirling Ultracold, en varios pasillos, y ahí se podría almacenar. Pero, hoy por hoy, hay caos porque no se saben volúmenes ni plazos. No sabemos si las entregas serán diarias, semanales... Ni si serán 500 o 1000 dosis cada vez, y así no podemos afinar en la inversión", nos cuenta Juan.
Precisamente, ese tipo de congeladores serán los que se usen para almacenar las vacunas. La empresa afirma que son "los únicos congeladores comerciales que mantienen de manera segura temperaturas de -86°C a -20°C y cumplen con los requisitos de eficacia de almacenamiento en frío de la mayoría de las vacunas candidatas COVID-19, independientemente de cuáles sean finalmente aprobadas".
Pero meter un elevado número de este tipo de congeladores en los centros de distribución supone otro problema derivado: el consumo de energía. "No sabemos si tendremos que modificar la contratación de potencia energética o, directamente, cambiar la instalación", comenta Juan.
Hasta los hospitales, en camiones con maletas especiales
Otro de los puntos delicados y casi el último antes de la aplicación final será el traslado hasta los hospitales. Es decir, casi con toda seguridad, todas las dosis llegarán al aeropuerto Madrid Barajas, que es el que tiene las condiciones más idóneas para ello aunque deba adaptarse, y de ahí se distribuirá por carretera al resto de Comunidades Autónomas.
Para ello, según Juan, se utilizarán las furgonetas y camiones habituales de reparto, pero con una salvedad importante dentro. "No usaremos vehículos refrigerados a -80 grados porque es imposible conseguirlo. Al igual que cuando entran en los aviones, será el propio packaging el que se refrigere hasta esa temperatura". Es decir, una especie de cajas o maletas especiales que ya tienen localizadas con los proveedores.
Al interior de tu hospital, con trajes especiales
El penúltimo paso sería sacar las cajas desde la furgoneta hasta el hospital. Al estar a una temperatura de -80ºC tampoco es posible que los mensajeros las puedan manipular libremente. "Nuestro 'curier' no lleva hoy en día elementos de protección para tocar a esas temperaturas. Necesitarán equipos de protección individuales. Por ahora, lo único que sabemos, es que se entregarán cajas de 50 o 100 dosis", afirma Juan.
Tu hospital deberá adaptarse
Si finalmente es la vacuna de Pfizer la primera en ser distribuida, tan solo podrá hacerse en hospitales que estén habilitados para poder mantener las dosis a -80ºC. Los centros de atención primaria quedarían así descartados, ya que no disponen de la infraestructura necesaria.
Habitualmente, para vacunas como la de la gripe, que admite hasta 2,8ºC, sí que se almacenan en frigoríficos estándar y se suministran en centros de salud. Incluso la de Oxford / AstraZeneca podría distribuirse ahí, dado que está previsto que su temperatura óptima sea de -20 grados e incluso llegue a los 2,8ºC.
En cuanto a la vacuna de Moderna, la otra empresa norteamericana que está investigando en un compuesto capaz de acabar con la covid-19, llegará a una eficacia de 94,5%, según han publicado en un documento para los inversores de la compañía.
El camino para llegar hasta una vacuna aún se presenta largo y tedioso, pero, una vez esté disponible, no tendrá menos obstáculos su transporte final hasta que pueda ser suministrada al paciente final. Un recorrido que no ha sido explorado nunca y que supondrá todo un desafío contra los elementos.