Si la viagra masculina es un tema tabú, ni te imaginas la viagra femenina. Aunque si existe viagra para hombres, ¿por qué no la iba a haber para las mujeres? ¡Si la ha probado hasta Mónica Naranjo durante un viaje a Brasil! “Me puse como una burra”, reconoció la artista cuando recordaba como vivió ese subidón.
Como algunos hombres necesitan recurrir a ella para poder mantener relaciones sexuales, hay mujeres a las que el deseo sexual se les ha apagado. Su problema es que, aunque ya existen algunas viagras femeninas, no hay una que sea fiable del todo según los expertos, y ellas también quieren que disfrutar del sexo.
Las mujeres, sobre todo en la etapa antes de la menopausia y durante ella, suelen sufrir trastornos del deseo o la apatía sexual, por lo que suelen buscar alternativas para recuperar el llamado apetito sexual. En principio, intentan buscar esa ayuda en el psicólogo, en terapias de pareja, terapias sexuales o incluso buscando algún producto afrodisíaco que le haga tener su nuevo despertar sexual. Pero es que el mundo de la sexualidad es complejo, se buscan soluciones rápidas para todo, pero a veces, hay que tener paciencia.
Existiendo la viagra masculina, que ha sido un éxito desde que se puso a la venta hace más de 20 años, es normal el interés que existe entre las empresas farmacéuticas por encontrar la viagra femenina definitiva, un fármaco que se les está resistiendo.
Estados Unidos aprobó durante el pasado año el uso y la comercialización de la bremelanotida, el compuesto químico del que está hecho Vyleesi, el nombre comercial de esta viagra femenina. Eso sí, si te estás imaginando una pastilla rosa que vaya a juego con la azul de los hombres, estás equivocada. Esta viagra femenina se aplica con una jeringuilla en el muslo o el abdomen y tarda unos 45 minutos en hacer efecto en la parte del cerebro involucrado en el deseo sexual. El fármaco actúa directamente sobre el sistema nervioso, haciendo que la libido de la mujer aumente.
Ya en 2015 Estados Unidos aprobó Addyi, una píldora que se debía tomar a diario porque sus resultados comenzaban a notarse a largo plazo, por lo que el tratamiento no era nada barato. Todo esto hizo que durante todo este tiempo el fármaco no haya tenido el éxito que se esperaba. Según los expertos, Addyi incrementa la dopamina, una sustancia que produce el cerebro que está involucrada con el apetito y reduce la serotonina, relacionada con la saciedad.
En definitiva, el objetivo del fármaco es aumentar el deseo sexual de la mujer, pero como siempre, con sus propios efectos secundarios. Las mujeres que toman esta pastilla pueden presentar mareos, fatiga, náuseas e incluso bajadas de la presión sanguínea o pérdidas de conocimiento. Además, no se puede consumir alcohol mientras se esté tomando este tratamiento.
Por su parte, Vyleesi no limita el consumo de alcohol y presenta unos efectos secundarios más leves que los de su competidor, por ejemplo las mujeres que testaron el fármaco por lo general solo presentaron náuseas. A su favor también cuenta que, aunque es un medicamento mucho más incómodo de aplicar, recordemos que se suministra a través de una inyección, no hay necesidad de tener un tratamiento fijo. Además, no se recomienda más de una dosis al día y tampoco más de 8 por mes.
Todavía son medicamentos que ni siquiera han llegado a España o su repercusión ha sido mínima, ya que principalmente se han comercializado en Estados Unidos. Ninguno de ellos ha generado entre los expertos un consenso total sobre si son efectivos o si su consumo es del todo seguro para las mujeres que lo toman. Por ahora, habrá que seguir esperando, por lo menos en España, a la llegada de una viagra femenina que realmente cumpla su función y sea totalmente segura. Y si sientes que tienes falta de deseo sexual, no dudes en acudir a un especialista que te ayudará de la mejor forma posible.