Déficit de vitamina D en la edad madura, ¿influye realmente en el sobrepeso?
Aunque la obesidad se atribuye principalmente a la alimentación y el sedentarismo, lo cierto es que la vitamina D podría tener mucho peso
Los rayos del sol son la principal fuente de esta vitamina, aunque se debe tener precaución y proteger la piel
El sobrepeso y la obesidad tienen efectos sobre el cuerpo visibles e invisibles. Los que se ven son más que obvios, un aumento de peso producido por ese exceso de grasa que se va acumulando y que hace que se aumente el volumen, pudiendo concentrarse de forma homogénea o en zonas concretas por diferentes motivos dependiendo de las causas que hayan ocasionado el sobrepeso. Esto puede llegar a generar cambios en los hábitos de vida si la movilidad se ve reducida, pero también existen muchos aspectos invisibles y silenciosos con los que hay que tener especial cuidado, pues la obesidad es un factor de riesgo para un gran número de patologías, pero también tiene relación con el déficit de vitamina D. ¿De qué manera afecta al organismo? ¿Cómo se produce?
Una relación bastante estrecha
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Son bastantes los estudios que evidencian esta relación, pero son muchas las incógnitas que podrían quedar en el aire. Según algunos trabajos, los bajos niveles de vitamina D no solo tendrían relación con el aumento del peso y de la grasa corporal, también podría generar cierta predisposición a la diabetes, algo que ya de por sí trae consigo la obesidad. Esta falta de la también llamada vitamina del sol podría ser una de las causas de que el aumento de peso se haga con mayor rapidez y que la grasa se acumule en un sitio concreto: el abdomen.
Pero ojo, porque otras investigaciones también hablan de lo contrario. Un estudio del Instituto de Salud Infantil del University College of London concretó como el 10% del aumento del índice de masa corporal (IMC) de los participantes en el estudio estaba relacionado con el descenso del 4% de la vitamina D en el organismo de esas personas. Unos resultados finales que han establecido que un IMC mayor podría llevar a unos valores de la vitamina bastante bajos. Y atención, porque el estudio evidencia que esta relación es más que notable en jóvenes, pero especialmente en los mayores.
El déficit de vitamina D en el cuerpo no es una buena noticia ni para las personas que se mantienen en su peso ideal ni para aquellos que tienen sobrepeso u obesidad. Esta vitamina es clave para el mantenimiento de los huesos al ser de gran importancia en la absorción de calcio y fósforo. Pero no solo es una vitamina esencial para el sistema óseo, también lo es para el buen funcionamiento de los músculos y de los nervios.
Cómo conseguir unos niveles óptimos de vitamina D
La vitamina es fácil de conseguir, entre comillas eso sí. La principal fuente de vitamina D la tenemos en el cielo, pues los rayos del sol nos aportan una gran cantidad de la vitamina, también durante el invierno. Eso no quita que haya que tener precaución y utilizar protector solar para cuidar la piel y que la exposición sea segura. Aún así, también es común recibir esta vitamina por la vía alimentaria, ya que se encuentra en los lácteos y en algunos tipos de pescado, como el salmón o la caballa, y si el especialista lo aconseja, podría tomarse un suplemento.
Aún teniendo buenos niveles, la vitamina D en personas con sobrepeso podría suponer un problema porque es una vitamina liposoluble que podría quedar atrapada en los depósitos de grasa y su función en el organismo puede no ser la idónea. Con toda esta información no hay que confundirse, ya que realmente unos buenos niveles de vitamina D no consiguen regular el peso, pero su déficit sí que puede producir un aumento de peso.
En definitiva, por el momento parece que la vitamina D y el sobrepeso mantienen una relación bastante estrecha en la que se sigue investigando cómo los bajos niveles de la vitamina pueden contribuir al desarrollo de un aumento de peso y de grasa acumulada que pueda llegar a establecerse como sobrepeso u obesidad.