Nueces, las grandes aliadas para tu corazón: descubre todos sus beneficios
Tienen tantas propiedades para la salud que parece una broma.
Introducirlas en la dieta para consumirlas de forma regular es muy fácil.
De acuerdo, somos lo que comemos, y este paso hay que darlo bien. Algunos tenemos tan interiorizado eso de fomentar los hábitos saludables que a veces diseñar nuestra dieta se convierte en un quebradero de cabeza, sobre todo si queremos introducir ingredientes en los que normalmente no reparamos para llevar nuestra alimentación al siguiente nivel. Parece una tontería, pero algunos son un incendio para el corazón o el cerebro. Pequeños milagros de la nutrición. Superalimentos que, por suerte, todo el mundo tiene a mano.
Si se trata de hackear nuestros menús con un fruto seco sano y placentero (ahí está el crujido delicioso del cuchillo en la cáscara), hay una manera sencilla. Úsese una voz dramática: ‘¿Es que nadie va a pensar en las nueces?’. Esa cosa con forma de cerebrito, levemente dulzona, y a precio de sangre de unicornio. Bien lo valen. Aquí te contamos algunos beneficios de tomarlas.
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Neuronas al poder
Piénsalo de esta manera. Una nuez es como un cerebro en miniatura, por usar una metáfora sencilla, que pasa a tu cuerpo e incendia sus conexiones para mejorarlas. Contienen polifenoles en mayor cantidad que otros frutos secos como los anacardos. Básicamente, esto significa que pueden hacerte pensar con más claridad y realzar tus habilidades motoras. ¿Y quién no quiere sentirse más despierto?
Habla, recuerdo
Es posible que aún no puedas recitar de memoria el Tractatus Lógico Philosophicus, pero si las tomas estarás en la buena senda. Ayudan a mejorar memoria gracias al ácido alfa linoléico, de origen vegetal. Previenen eso que algunos informes científicos han dado en llamar el estrés oxidativo y la muerte celular. Ponte ahí, Alzheimer. Deja que te cuente una cosita.
Fuente de alegría
Si alguien por la calle te dijera eso de ‘sonríe,’ llamarías inmediatamente a la policía, pero la verdad es que hay alimentos que hacen ese trabajo solo, sin necesidad de forzar la máquina. Además del asuntillo para nada menor de la memoria, tienen otro beneficio importante para un mundo como el nuestro, con las enfermedades mentales haciendo estragos.
Son neuroprotectoras. Contienen altas cantidades de Omega 3, cuyo consumo ayuda a incrementar la producción de serotonina. Esto te ayuda a que tu cerebro transmita las señales nerviosas de forma más eficiente. No te vamos a decir que sonrías, pero sí que las tomes o las incorpores a la dieta (un postre o una ensalada las admiten sin excesivas complicaciones). Pueden ayudarte a prevenir la depresión.
Controlar los kilos
Como decíamos, son muy buenas compañeras de dieta si se trata de engañar a tu cuerpo o de equilibrarlo tras una sesión de deporte intensa. El mito dice que tomar demasiadas engorda, y hasta se ha afirmado que favorecen la obesidad, pero es completamente falso: su consumo regular, en cantidades moderadas de unos 30g diarios, ayuda a que nos sintamos saciados. Con una buena planificación, puedes llegar a asaltar la nevera con menos frecuencia.
Antioxida, que algo queda
¿Es que nadie va a parar de sumar cosas buenas? No, se trata de que entiendas lo fácil que es hackear de forma muy sencilla lo que comes y lo que te aporta, sin realizar el menos esfuerzo. En este sentido, las nueces tienen una ventaja frente a otros frutos secos como el pistacho. Las ladronas de bancos de los antioxidantes, las que se llevan todo el botín. Y todo esto para salvaguardar tus células y tejidos, y prevenir el cáncer (así lo afirman algunos estudios) y bajar a base de trompazos el colesterol malo. A esto puedes sumarle el ácido fólico, o la alegría de no sufrir un infarto o in ictus en plena calle (reducen el riesgo casi un 40%). Lástima que no sepan fregar los platos.
Dormir mejor
Si tus hábitos de sueño son los de un hiperconectado y te dan las dos de la madrugada consumiendo compulsivamente un nuevo capítulo de tu serie favorita, tienes que saber que las nueces pueden ayudar a que aparezca el sueño. Ya hemos hablado de los antioxidantes. Pues bien, tienen otro: la melatonina, que favorece la cabezadita y poder levantarte al día siguiente con la energía de un manatí para ir al trabajo con ilusión. Quizá no con excesiva ilusión. Al fin y al cabo eres humano.