El índice de masa corporal es una fórmula matemática que asocia la masa y la altura de una persona para clasificarnos en varios grupos: infra peso, peso normal, sobrepeso y obesidad. Durante los últimos años ha sido comúnmente aceptado, pero el problema es que no tiene en cuenta otros aspectos como son la edad, el sexo, el porcentaje de grasa corporal o la masa muscular. De ahí que en los últimos tiempos sea objeto de debate su valía para determinar la salud o las posibilidades de muerte prematura. Ahora un nuevo estudio asegura que, efectivamente, lo que se debería tener en cuenta para determinar estos aspectos es otro índice, el cintura-cadera. Te lo contamos.
Es el valor que se obtiene de dividir el perímetro de la cintura entre el perímetro de la cadera, ambos medidos en centímetros. Se emplea, principalmente, para medir los niveles de grasa abdominal de una persona y valorar sus riesgos de sufrir algún problema cardiovascular. Cuanta mayor concentración de grasa haya en esta zona, mayor peligro existirá de padecer colesterol, diabetes, presión alta, aterosclerosis, o incluso infartos.
En hombres, se considera normal cuando se encuentra entre 0,78 y 0,94. Si es superior a 1,0 estamos ante una cifra que se asocia con un riesgo alto de sufrir enfermedades cardiovasculares. En el caso de las mujeres, se considera normal entre 0,71 y 0,84 y por encima de 0,86 como de muy alto riesgo.
Los investigadores de la Facultad de Medicina y Salud de la Universidad College Cork, en Irlanda, han analizado varios índices para ver cuáles son los mejores predictores de enfermedad y mortalidad. Fijándose en si los niveles más altos de grasa realmente aumentan el riesgo de estas, o si bien simplemente están correlacionados con ellas.
Según los datos obtenidos, poseer mayores niveles de grasa sí aumenta el riesgo de mortalidad, y no es una simple correlación. Por lo tanto, el IMC quedaría totalmente obsoleto porque no tiene en cuenta este facto sino el peso general del individuo, dando igual si el porcentaje de grasa, músculo o agua es mayor o menos. Tras varios análisis, los investigadores concluyeron que la relación entre el índice cintura-cadera y la mortalidad por cualquier causa aumentaba linealmente cuanto mayor era el primero.
Pese a que el estudio se ha realizado con los datos de los participantes del Biobanco de Reino Unido, los autores sugieren que estos resultados deben poder replicarse en personas de ascendencia genética diversa, pero insisten en que poseer un índice cintura-cadera menor es la mejor opción.