Miedos y fobias hay muchas y de muchos tipos. Está el que tiene miedo a las alturas, al que le aterroriza la oscuridad, el que no soporta ver el bicho más pequeño… Nuestro organismo está preparado para sentir miedo, es una emoción que todos, nos pongamos como nos pongamos, hemos sentido y que es necesaria para la supervivencia de la especie humana. Pero sin duda hay miedos que no nos esperamos, si quiera, que existan, como puede ser el miedo a comer. Sí, ha fobias relacionadas con la alimentación, un miedo irracional que se conoce como cibofobia y que puede afectar seriamente a la salud.
La cibofobia no es otra cosa que el miedo irracional a comer o a los alimentos, debiéndose diferenciar de otros trastornos de la alimentación como puede ser la bulimia o la anorexia, pese a que en ocasiones pueden estar vinculados.
Son varios los factores o características que pueden alertar de que se padece este trastorno, como una obsesión irracional hacia los alimentos que te lleva a fijarte siempre en los nutrientes que tiene cada producto o cuál es su procedencia.
No solo eso, la cibofobia también puede llevarte a evitar el consumo de productos que son necesarios para una alimentación saludable, así como no comer platos que han sido cocinados por otras personas porque no sabes cómo han sido cocinados o qué productos lleva. Una obsesión que hace que no se coma nada que haya sido cocinado en otro momento, como el día anterior, por temor a una intoxicación.
Por eso mismo, las personas que tienen detrás esta fobia tienen una especie de lista de alimentos, siendo incapaz de comer aquellos productos a los que les han hecho la cruz y que puede despertar en ellos los síntomas propios de una fobia, como un ataque de pánico, sudores, taquicardias o temblores. Debido a ello, evitan ese tipo de alimentos que los pueden llevar a sufrir angustia o pérdida de la concentración. Y las consecuencias no solo derivan en la parte nutricional, ya que también puede crear problemas en las relaciones sociales.
Pero ¿por qué surge este miedo a la comida? Las causas pueden ser múltiples, pero la más evidente suele ser haber vivido una experiencia negativa en el pasado que poco a poco ha desarrollado una fobia relacionada con un tipo de alimentos, por ejemplo, tras haberlo comido en mal estado y haber sufrido el malestar posteriormente, o que haya desencadenado una reacción alérgica.
La cibofobia es la fobia relacionada con la alimentación más general, pero las hay más específicas, como la fagofobia, es el miedo a ingerir alimentos por temor a asfixiarse o ahogarse, por lo que optan por alimentos líquidos o blandos con las carencias nutricionales que conlleva. Luego está la carnofobia, el miedo irracional a la carne; o la neofobia, el rechazo a probar nuevos alimentos por diferentes motivos, como el sabor, el olor o la textura.