El alimento clásico de la cocina española que es un antibiótico natural
Además de las propiedades organolépticas que le hacen muy valioso en la cocina, este alimento es también un gran aliado para la salud: nos referimos a la cebolla
La cebolla posee pequeñas moléculas de hidratos de carbono que contribuyen a mantener y mejorar la salud gastrointestinal
La cebolla también es conocida por sus propiedades antibióticas que la habilitan para evitar algunas infecciones, sobre todo las del aparato respiratorio
Hay un alimento presente en muchísimos platos de la gastronomía española, tanto crudo como cocinado. Además de sus propiedades organolépticas, que le hacen muy valioso en la cocina, es también un gran aliado para la salud. Nos referimos a la cebolla.
Propiedades hidratantes
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Como la mayor parte de las hortalizas, la cebolla (Allium cepa) tiene una gran proporción de agua (90%) por lo que el aporte calórico es muy bajo, unas 40 kcal por 100 g de parte comestible cuando se consume cruda. Tiene también pequeñas cantidades de hidratos de carbono sencillos (3-9%) y algo de proteína (1%). No contiene grasa ni colesterol. Destaca la cantidad y la calidad de la fibra dietética (un 2% aproximadamente). Se trata de fibra soluble, principalmente fructooligosacáridos, pequeñas moléculas de hidratos de carbono que contribuyen a mantener y mejorar la salud gastrointestinal. La fibra soluble, cuando llega al colon, se comporta como prebiótico favoreciendo el crecimiento de flora bacteriana beneficiosa para la salud del intestino y ayudando a controlar los niveles de colesterol en sangre. Aporta también minerales: potasio, fósforo, magnesio, algo de calcio, hierro o selenio, entre otros, y muy poco sodio. Entre las vitaminas destacan las del grupo B (B1, B2, B6, niacina, ácido fólico) y la vitamina C.
El secreto está en la quercetina
Pero su mayor poder está en la quercetina, un antioxidante muy beneficioso para la salud. Lo que más destaca son sus propiedades analgésicas, antiagregantes, vasodilatadoras, antiartríticas, antibacterianas, antigripales, antiinflamatorias, antiespasmódicas, antiulcéricas, hepatoprotectoras, antidiabéticas, antiasmáticas y antiherpéticas, entre otras muchas.
También se ha comprobado su eficacia en el control y prevención de estas enfermedades:
- Cardiopatías: ayuda a prevenir la arteriosclerosis, la hipertensión, la angina de pecho y la trombosis. Igualmente, mantiene controlado el colesterol y mejora la fluidez de la sangre.
- Diabetes: evita el daño que se produce en los riñones cuando hay altos niveles de azúcar en sangre.
- Cáncer: su alto poder antioxidante previene el desarrollo de tumores malignos, especialmente los de mama, ovarios, próstata, pulmón y vesícula.
- Alzheimer: una alimentación rica en quercetina nos protege frente enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Antimicrobiano
La cebolla también es conocida por sus propiedades antibióticas que la habilitan para evitar algunas infecciones y otras antisépticas, lo que la convierten en un antibiótico natural. Esta hortaliza es buena también para el sistema respiratorio. De hecho, es un excelente expectorante, mucolítico y antitusivo que ayuda a mejorar las infecciones respiratorias como gripes, resfriados, bronquitis, ronquera, asma… Y además mejora los síntomas de la alergia.
Este alimento es también un potente anti-inflamatorio. Sus propiedades antiespasmódicas y antiinflamatorias ayudan a mejorar enfermedades como la artritis, la colitis o la enfermedad de Crohn. También tiene usos cosméticos. Fortalece el cabello, aporta volumen, densidad y previene y elimina la caspa. Además, comienza a estudiarse como activo anti-aging.