Se aproxima el verano y con él la necesidad de desprendernos de esos kilos de más para poder lucir nuestra mejor versión. Sin embargo, cuando queremos sentirnos más ligeros tendemos a pensar que lo mejor es abandonar los alimentos más calóricos, independientemente de si son sanos o no. Y es un error renunciar a ellos. Hay productos que son muy saludables y nutritivos y sin embargo pueden tener más calorías que una hamburguesa.
Efectivamente, lo principal es distinguir entre alimentos calóricos que son sanos y beneficiosos para nuestro cuerpo y alimentos calóricos que no lo son. Nos referimos a los ultraprocesados. Entre ellos se encuentran los snacks fritos, los refrescos, los precocinados o cualquier alimento rico en harinas refinadas, azúcar o aceites de mala calidad.
Así, una hamburguesa de una cadena tipo de restaurantes de comida rápida puede contener 232 kilocalorías por cada 100 gramos de peso. Eso significa que comernos una de 220 gramos nos aportará 503 kilocalorías. Pueden parecer muchas, pero esto no tiene tanta importancia como lo que contiene. A saber, carne procesada, panes con harinas refinadas y salsas con grasas refinadas y azúcares. Sin embargo, hay tres alimentos con más calorías incluso, pero cuya composición hace que sean recomendados por los médicos.
Existe la creencia de que los platos de cuchara son el enemigo de la dieta, pero no hay motivo para temer a los guisos con legumbres. Es cierto que contienen un alto número de calorías, pero a cambio aportan importantes nutrientes. De hecho, los garbanzos son un superalimento muy barato. Contienen fibra, potasio, vitamina C y vitamina B-6, disminuyendo el riesgo de enfermedades del corazón. Además, aumentan nuestra sensación de saciedad y por tanto evitan que comamos más alimentos.
Unos 100 gramos de garbanzos en seco contienen algo más de 370 calorías. Si con esa cantidad hacemos un guiso con espinacas, coliflor o sepia, en vez de aderezarlo con carnes procesadas como chorizos, morcillas o tocinos, tendremos una receta muy saludable.
Acostumbramos a pensar en ellos como si fueran frutos secos, pero los cacahuetes en realidad son legumbres botánicamente hablando y comparten con ellas muchas propiedades beneficiosas para la salud. En concreto, tienen un aporte de proteínas que es superior incluso al de la carne: pueden llegar a tener hasta un 28% de esta sustancia. Además, tienen un alto contenido de grasas no saturadas, vitamina E y vitamina B3 y carbohidratos, mayoritariamente almidón y maltosa.
Últimamente se ha puesto muy de moda tomar los cacahuetes en crema, pero ojo, mejor evitar la mantequillas que contienen un montón de azúcares y aceites extra. Hay que optar por cremas elaboradas con un 100% de cacahuetes, que no son difíciles de encontrar en los supermercados. Que no nos asusten las 600 kilocalorías que suponen cada 100 gramos de estas cremas siempre que sepamos controlarnos.
Los pistachos son uno de los frutos secos más saludables porque contienen un equilibrio completo de nutrientes: carbohidratos, proteínas, aminoácidos, grasas cardiosaludables y fibra dietética, que no solo favorece la salud intestinal sino que protege el corazón. Además, ayuda a mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control, ya que es una fuente rica en fósforo.
Eso sí, son altamente adictivos, por lo que es clave saber cuándo parar. 100 gramos significan 611 kilocalorías, por lo que lo recomendable sería comer tan solo un puñado al día, unos 30 gramos sin cáscara. El hecho de tener que parar a quitar la cáscara de cada pistacho puede ayudar a evitar que comamos en exceso.