Aguaymanto o el oro del Perú: el superalimento que puede ayudarte a rebajar el estrés y envejecer mejor
Este fruto, cultivado ya en tiempos de los Incas, es rico en vitaminas A y C, y contiene altas cantidades de fósforo y calcio
Sus propiedades antioxidantes y diuréticas la han convertido en el último gran reclamo nutricional a nivel global
Originario de la zona andina, en Sudamérica, desde el s. XVIII empezó a cultivarse en otras regiones del mundo y se considera un superalimento
Muchos de los alimentos provenientes de la Cordillera de los Andes, en Sudamérica, se han vuelto ubicuos en la dieta global. En España, sin ir muy lejos, patatas o tomates son parte indispensable de los platos más característicos desde hace siglos. Sin embargo, más recientemente, otros productos de esa región considerados superalimentos -por sus alto poder nutricional y energético- han conquistado también las mesas de todo el mundo. La quinoa o la maca, son tal vez los ejemplos más conocidos. Y a ellas se ha sumado en los últimos años un fruto que se ha dado conocer como uchuva y que en el Perú, su lugar de origen, se llama desde siempre aguaymanto.
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¿Qué es el aguaymanto?
Es una fruta, una especie de baya, globulosa de color naranja amarillento de 1,26 y 2 cm. de diámetro que crece envuelta por un capacho de color verde -de ahí el manto de su nombre- que se torna marrón claro al alcanzar la madurez dejando el fruto al descubierto. Su apariencia es muy similar a la de un tomate cherry pero de color amarillo intenso. Su sabor, sin embargo, es mucho más dulce y ligeramente ácido, por lo que el uso que se le da es similar al de otras frutas como el maracuyá.
(De hecho, cuando los primeros tomates -también originarios de los andes aunque muy desarrollados en América Central-, llegaron a Italia, se les empezó a llamar 'pomo d'oro' o 'manzana dorada', por lo que algunos especulan que podrían haberse tratado de de tomates amarillos o incluso aguaymantos).
En el Perú se cultivan desde hace miles de años y se dice que en la época de los Incas ya eran parte importante de la dieta andina. En la actualidad se consume en muchos países de Sudamérica de diversas maneras que aprovechan su dulzor y sabor característico: en mermeladas, en compotas, en tartas, e incluso como aromatizante y saborizante de cocteles como el Chilcano de Pisco que se consume en la región.
Sus propiedades
El aguaymanto pasó de Sudamérica a Sudáfrica en el siglo XVIII. Debido a esto, aún hay quien la llama en en inglés 'Cape berry' o cereza del Cabo, aunque su nombre más común en ese idioma es 'golden berry'. Del Cabo de Buena Esperanza pasó a Asia, a las Filipinas y a Oceanía. Actualmente se cultiva en lugares tan distintos del globo como Colombia, Australia, Kenia o Hawaii. La razón de su expansión, más allá de su sabor, radica en sus múltiples propiedades nutricionales que lo convierten en un verdadero superalimento: además de un alto nivel proteico (1,9 gr de proteína y solo 53 kilocalorías por cada 100 gr, lo que no es muy común en una fruta) , tiene potasio, fósforo, hierro y zinc y vitaminas A, B y C. Esta combinación hacen del aguaymanto un alimento diurético (los peruanos lo usaban como tratamiento para la diabetes), rico en propiedades antioxidantes (ayudan a un envejecimiento sano) y fortalecedoras del sistema inmunológico. La vitamina A, además, contribuye a la relajación y la eliminación del estrés.