¿Te cuesta perder peso? Cómo acelerar el metabolismo a partir de los 50
A medida que cumplimos años el metabolismo se ralentiza, de modo que consumimos más calorías de las que quemamos y ganamos peso
Para paliar las consecuencias hay que intentar, en la medida de los posible, que la masa muscular no se convierta en grasa
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El metabolismo es el proceso biológico encargado de transformar las calorías que ingerimos en energía, necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Todas las células, tejidos y organismos del cuerpo están involucrados en un proceso que es fundamental para respirar, hacer la digestión, regular la temperatura corporal o mantenerse en forma. Sin embargo, no funciona igual a lo largo de toda lavida. A medida que cumplimos años, y aunque no cambiemos el estilo de vida, el metabolismo se ralentiza, de modo que consumimos más calorías de las que quemamos y acaban convirtiéndose en los molestos michelines.
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Esta ralentización empieza a los 30 años. Este cambio se produce principalmente por la pérdida de masa muscular que hace que bajar de peso resulte más complicado. Cada diez años se pierde entre un 3 y un 5% de masa muscular. A partir de los 50 necesitamos menos energía y acumulamos más fácilmente ciertas reservas en forma de grasa al realizar actividades menos intensas. También es cierto que el metabolismo es un proceso distinto en cada persona en el que interviene la genética, y por ello hay quien tiene más facilidad para adelgazar o para engordar.
Incrementar la actividad física
Para paliar las consecuencias hay que intentar, en la medida de los posible, que la masa muscular no se convierta en grasa. No se trata de hacer milagros, pero hay ciertos métodos que pueden ayudarnos. Por ejemplo, incrementar la actividad física con entrenamientos de fuerza y ejercicios aeróbicos o isométricos. Caminar, nadar, montar en bicicleta o incluso subir las escaleras en lugar de en el ascensor son opciones bastante simples para lograr de una manera fácil el objetivo.
Un dieta rica en proteínas
Una dieta equilibrada es también esencial para activar el metabolismo después de los 50. Los alimentos ricos en proteínas ayudan a utilizar la energía acumulada para su digestión. A esto se le llama efecto termogénico de los alimentos, que exige un gasto extra de calorías para absorber y procesar los nutrientes de la comida. Por ello, nada mejor como introducir pollo, ternera, carnes rojas. pescados o frutos secos en el menú para acelerar el metabolismo.
Bebidas estimulantes con moderación
Por otra parte, el consumo moderado de bebidas estimulantes, como café y el té, favorece la estimulación gástrica y la quema de energía ya que supone un gasto de grasa mayor a otras bebidas. También, es imprescindible mantenerse bien hidratado. Al beber agua fría (medio litro en una hora) nuestro cuerpo se verá obligado a recuperar su temperatura habitual, ya que ha sido rebajada al ingerir esta agua. Con ello conseguimos quemar más energía y logramos un efecto saciante que nos llena cuando comemos.
Más horas de sueño
Además, hay que tener en cuenta que tanto el estrés como la falta de sueño genera más cortisol, la hormona que descontrola la sensación de hambre y saciedad, provocando que se coma más de la cuenta. Si se duerme bien se queman más calorías ya que el metabolismo tiene que regular la temperatura corporal que baja durante el sueño y eso conlleva más gasto energético. Acostarte pronto y limitar el uso de aparatos electrónicos antes de irte a la cama te ayudará a relajarte antes de dormir.
En definitiva, mantener activo el metabolismo es tan sencillo como llevar un ritmo de vida saludable con ejercicio, hidratación, descanso y dieta equilibrada.