Esta es la hora a la que se cena en cada país de Europa: España va a su aire
Los españoles somos los que más tarde cenamos de toda Europa por nuestro ritmo de vida
En Países Bajos se sientan a cenar entre las 17:30 y las 18:00
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Seguro que eres consciente de que los españoles tenemos unos horarios diferentes en las comidas con respecto a nuestro países vecinos y no tan vecinos. Este cambio se debe entre otras cuestiones a las costumbres de nuestro país que son “ligeramente” diferentes al de otros países. Hay que decir que en España compartimos horarios de desayuno con el resto de los países europeos, la diferencia comienza al medio día y la seguimos con la cena. ¿Por qué?
Los horarios de comidas y cenas en España siempre han dado qué hablar por la diferencia cultural con el resto de los países vecinos, sobre todo los nórdicos. Si lo comparamos con noruegos, que cenan entre las 4 y 5 de la tarde, finlandeses, que lo hacen hacia las cuatro y media y cinco y media, o suecos, en torno a las 5 y 6 de la tarde, en nuestro país se cena muy tarde, entre las nueve y diez y media de la noche. La cuenta de Instagram @LoverOfGeography ha publicado un mapa con los diversos horarios de cena en Europa.
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Así cenan en Europa
Estos son los horarios de algunos países europeos en referencia a las cenas, aunque en la imagen se pueden ver muchos más:
- España: 21.30-22.30 horas
- Italia: 20.00-21.00 horas
- Francia: 19.30-20.30 horas
- Reino Unido: 18.30-17.30 horas
- Noruega: 16.00-17.00 horas
- Suecia: 17.00-18.00 horas
- Finlandia: 16.30-17.30 horas
- Bélgica: 18.30-19.30 horas
- Alemania: 18.00-19.00 horas
- Países Bajos: 17.30-18.30 horas
¿Por qué cenamos tan tarde en España?
En España desayunamos temprano, a la misma hora que nuestros vecinos de Europa, pero en cambio retrasamos los horarios de la comida y la cena a las 14.00 horas y las 21.00 horas aproximadamente, una hora más tarde que nuestros vecinos europeos. El motivo es, entre otras cosas, que muchos españoles trabajan hasta las ocho de la tarde en una jornada laboral partida y, además, que se dedica más tiempo a la comida.
También influye que, en una gran parte del año, en España anochece más tarde que en otros países europeos, por lo que la vida se adapta a unos horarios más tardíos. Los españoles comemos cinco veces al día, que se divide en tres comidas principales: desayuno, comida y cena; y dos comidas secundarias: almuerzo y merienda.
Si analizamos las costumbres de cada uno, los españoles somos uno de los países que menos horas dedica al sueño, esto se traduce en que nos acostamos más tarde y por ello, vamos retrasando las horas de las comidas para adecuarlas a nuestro descanso.
Al sueño hay que sumarle nuestra tradición de realizar al medio día una comida copiosa que puede llegar a durar hasta dos horas con tiempo para la siesta incluido. Mientras que en otros países con 30 o 45 minutos les sobra. Todo este tiempo dedicado al medio día a comer, hace que nos reincorporemos más tarde al trabajo por las tardes y, por lo tanto, salgamos también más tarde. Lo que va retrasando el resto de actividades como el tiempo de ocio, la vida familiar y, cómo no, la cena.
Si a estas costumbres le sumamos que en España llevamos un horario que no se corresponde con el horario solar, la combinación hace que las comidas y cenas traducidas al horario se realicen más tarde. El horario que se debería tener en España es el mismo de las Islas Canarias, Portugal o Reino Unido, ya que estamos en el mismo meridiano. El cambio se produjo en la época de la dictadura cuando se quiso que en España tuviéramos el mismo horario que Alemania. Horario que hoy en día seguimos manteniendo.
La causa de este desfase de horario con el resto de Europa se remonta a los años de la dictadura, cuando Franco mandó adelantar los relojes unos sesenta minutos para estar en sintonía con la hora que Alemania había impuesto en todos los territorios ocupados durante la II Guerra Mundial. Hasta entonces, el horario oficial de los españoles era el mismo que tienen hoy en las Islas Canarias, Portugal e Inglaterra, es decir, los relojes españoles marcaban una hora menos que la actual viviendo acorde con el horario del Meridiano de Greenwich.