Una de las inevitables consecuencias de las vacaciones veraniegas para muchos es la ganancia de algunos kilos de más, fruto de los excesos cometidos en restaurantes y chiringuitos playeros y de la menor actividad física. No es extraño que al regresar a nuestras rutinas cotidianas recuperemos nuestros hábitos alimenticios y tratemos de incorporar algún tipo de dieta que nos permite eliminar rápidamente ese sobrepeso. En ese sentido, una de las recetas más populares es la dieta del plátano que promete ayudarnos a perder hasta tres kilos en solo cinco días. Y, lo mejor, sin necesidad de pasar hambre.
Se trata de un método de raíz japonesa creado por el médico Histoshi Watanabe y su mujer Sumiko que defiende los beneficios de la banana para adelgazar de forma saludable. La clave está en ser consciente del hambre que se siente y de cuándo está uno saciado. Para ello, hay que evitar por completo las comidas copiosas y los excesos, apostando por un tipo de alimentación equilibrada.
Como es obvio, el protagonista principal de esta dieta es el plátano, una de las frutas más consumidas y de las que más energía aportan. Pero al contrario de la creencia popular, el plátano también es un buen aliado para adelgazar, ya que no es ni de lejos una de las frutas más calóricas. Lo que sí es el plátano es la fruta más saciante, y eso ayuda a no tener hambre entre horas y evita que piquemos y comamos en exceso.
La dieta del plátano no es uno de esos planes radicalmente restrictivos que proliferan en las redes sociales con cierto descontrol médico, sino que se basa en la inclusión de alimentos saludables y la eliminación de otros considerados perjudiciales, con el consumo de plátano desde primera hora de la mañana como elemento central. No se trata, pues, de una dieta difícil de llevar a cabo. Solo tienes que seguir unas reglas de alimentación, que te libren de calorías vacías y te aporten los nutrientes necesarios:
Cada mañana deberás tomar un vaso de agua tibia al despertarte. Así estimularás tu metabolismo, eliminarás toxinas y lo depurarás de forma natural, además de conseguir reducir el apetito con el que puedas levantarte. Una hora después, toma un plátano que además de darte energía te ayudará a saciarte. Si antes de la hora de la comida te entra el apetito, puedes tomar otro plátano. Es recomendable que no estén maduros del todo para reducir su aporte en glucosa.
La dieta debe basarse en alimentos nutritivos y saludables, todos aquellos que sean bajos en grasas y tengan un gran aporte nutritivo. Se recomienda consumir carnes magras y pescados blancos, ricos en proteínas y bajos en grasa; arroz integral, alimento básico en la alimentación japonesa; y verduras cocinadas al vapor, a la plancha o hervidas.
Por el contrario, en este plan está prohibido el consumo de dulces, bebidas alcohólicas o azucaradas, ultraprocesados cargados de sales y grasas y los lácteos, porque aportan muchas calorías y apenas vitaminas ni minerales. El objetivo es dejar de comer cuando te sientas lleno al 80% por lo que los postres no se permiten.
Es importante beber suficiente agua durante todo el día, al igual que practicar algo de ejercicio físico moderado. Por la tarde puedes merendar otro plátano, y deberás cenar como muy tarde a las 20:00 horas. A la hora de la cena están prohibidos la fruta y lo carbohidratos así, que opta por cenas ligeras combinando proteínas saludables (pechuga de pollo a la plancha, tortilla) con vegetales.
Al ser una dieta saludable, apenas conlleva riesgos para nosotros, pero nunca debes pasar de los cinco días, pues al ser un método hipocalórico sí podrías perjudicar tu salud. Eso sí, si al finalizar el plan retomas la costumbre de abusar de grasas y calorías, de nada habrá servido. Intenta aplicar las pautas de una alimentación equilibrada a tu dieta diaria.