Gemma Hortet, sobre por qué lo que comes te cansa sin saberlo: "Somos lo que asimilamos"
La dietista Gemma Hortet, especialista en nutrición energética, publica 'Alimenta tu vitalidad' con el objetivo de sentar las bases de un nuevo estilo de alimentación, más alineado con cada persona y sus necesidades diarias
"Hemos perdido nuestro espacio de autocuidado diario: demasiado Netflix y poca cocina con amor"
"Sin vitalidad digestiva no puedes tener energía porque no somos lo que comemos, somos lo que asimilamos"
¿Por qué estamos cansados? Entre las posibles clasificaciones de nuestra sociedad, una podría ser, posiblemente, la sociedad del cansancio. El cansancio, la fatiga o la falta de energía es, de hecho, uno de los principales motivos de consulta en los médicos de cabecera, incluso en personas que no muestran signos de enfermedad.
Si bien el cansancio puede tener distintos orígenes, algunos, incluso, emocionales, la alimentación es uno de los factores que más pueden amplificarlo o debilitarlo. Con esa base nació hace años el concepto de nutrición energética, una disciplina en la que la dietista y naturópata Gemma Hortet es una referencia. Hortet, que también es experta en Medicina Tradicional China, acaba de publicar 'Alimenta tu vitalidad. Nutrición energética para sentirse joven a cualquier edad' (Libros Cúpula), un libro sobre la nutrición del sentido común, la que tiene en cuenta cómo eres, dónde vives, de qué trabajas y en qué momento vital te encuentras. Su objetivo es sentar las bases de una nueva forma alimentación más alineada con las necesidades de cada persona para hacer frente a los retos del día a día y evitar el cansancio crónico nos hace vivir desconectados del mundo y de nosotros mismos.
MÁS
¿Por qué nos cansa lo que comemos?
Los alimentos que comemos nos pueden cansar o quitar más energía de la que pueden darnos si están vacíos de nutrientes o si necesitamos mucha energía para hacer su digestión. Los alimentos vacíos de nutrientes de calidad como las galletas, golosinas, snacks dulces o salados, precocinados industriales (croquetas, empanadillas, pizzas, Nuggets…) sacian pero no nutren, con lo cual tu cuerpo no recibe la gasolina que necesita para tener vitalidad.
¿Eso no pasa con los alimentos de mucha calidad, nutricionalmente hablando?
Hay alimentos que aunque sean muy nutritivos requieren de mucha capacidad digestiva para poderse descomponer bien y que podamos asimilar sus nutrientes. Si pasa esto la digestión se hace tan pesada que nos deja sin energía, con sueño y mucho cansancio. Alimentos tan nutritivos como las carnes rojas, o los pescados azules o los quesos suelen provocar esto, pero también alimentos más saludables como las ensaladas, los frutos secos o las legumbres.
¿Cómo podemos notar que algún alimento nos agota?
Si un alimento te agota, te hincha el estómago y te deja KO después de comer, es que no tienes vitalidad digestiva y sin ella no puedes tener energía porque no somos lo que comemos, somos lo que asimilamos. Por muchos nutrientes que tenga un alimento, si no tienes fuerza digestiva para poderlos asimilar no te vas a nutrir, te vas a agotar.
¿Qué otros alimentos fatigan nuestro organismo?
Más cosas que nos desvitalizan son el estar picando constantemente, aunque sean alimentos saludables o hacer preparaciones con muchos ingredientes. Cada vez que comemos mandamos energía a nuestro sistema digestivo y si está allí hay menos energía en otra parte de nuestro cuerpo. Por eso es mejor comer pocas veces al día, pocos ingredientes en cada ingesta y cocinados de la manera que nos siente mejor. Solo así la comida dejará de cansarnos y empezará a vitalizarnos!!
Tres alimentos que cansen sí o sí
El azúcar, los fritos, los ultraprocesados: pizzas, galletas, Nuggets…
¿Una croqueta 'cansa' potencialmente o es más de dar energía?
Ja, ja, ja… Depende de cómo estés tú, esa es la clave. Si tu sistema digestivo es fuerte y tiene energía seguramente una croqueta casera de buena calidad no tan solo te va a dar energía física, sino también emocional porque su textura crujiente y cremosa a la vez genera mucha dopamina en nuestro cerebro, por no hablar del contenido emocional que supone comer una croqueta casera. Cuando comemos un alimento, nos comemos mucho más que sus nutrientes, nos comemos un estado de ánimo, una energía de elaboración, una cultura culinaria, un momento especial en nuestras vidas… nutriendo al final desde la punta de tu pie hasta tu alma. Por eso la alimentación saludable ha de estar llena de placer.
¿Es el cansancio la enfermedad silenciada del siglo?
Totalmente, cada día veo en consulta a montones de mujeres agotadas que han normalizado su cansancio. Viven embotadas. Se hinchan como pelotas de la mañana a la noche, les falla la memoria, no paran de coger peso y no tienen ilusión. Pasan los días arrastrándose deseando que llegue el fin de semana o las vacaciones para descansar. La vitalidad, que no es más que el bienestar diario, ha de cultivarse cada día.
¿Por qué crees que hemos normalizado el cansancio?
Hemos perdido nuestro espacio de autocuidado diario y el espacio de nutrición social de calidad diaria. Demasiado Netflix y poca cocina con amor. Cuando tu te dedicas cada día un rato a cuidarte, elevas tu energía. Cuando te relacionas a diario con una comunidad que te suma, multiplicas tu energía. Cuando tú estás bien… Todo va mejor.
¿Hay personas que viven cansadas por lo que comen y no lo saben?
La mayoría aunque coman alimentos sanos. Hemos divulgado una nutrición de laboratorio, solo hemos hablado de nutrientes, de combinaciones saludables, de kilocalorías, de alimentos buenos o malos… y nos hemos olvidado de lo esencial, de la persona a la que había que alimentar.
Todas las mujeres sanas que tienen 40 años y pesan 60 kilos no han de comer lo mismo, aquí empezó el gran error. A qué te dedicas, qué exigencias físicas y mentales diarias tienes y sobre todo cómo es tu constitución es clave para saber qué tienes que comer para que te dé energía y no te la quite.
¿Por qué es tan importante la constitución física?
La constitución es tu carnet de identidad, nos habla de cómo funciona tu metabolismo, de tu forma de pensar y hasta de sentir, elementos clave para seleccionar un plan de alimentación en el que disfrutes mientras te recargas de energía.