Ciertas comidas generan más trabajo de digestión que otras y dan la cara con pesadez, ardor, acidez, gases e hinchazón abdominal. Lo habitual es recurrir a la farmacia en busca de un antiácido, sin embargo, se puede recurrir a las especias para reducir esos síntomas. En Uppers hemos consultado cuál es la especia más digestiva y la que reduce la pesadez. Aunque hay muchas que ayudan, numerosos profesionales están de acuerdo en señalar una gracias a sus propiedades carminativas, ya que favorece la expulsión de los gases del tubo digestivo.
Esta especia en concreto es el hinojo que además se puede añadir como condimento a las propias recetas durante su preparación o infusionarla para tomarla bebida tras la comida. Es evidente que el hinojo solo es una ayuda porque no es mágico ni es la solución a los problemas digestivos. Siempre que aparezcan molestias o dolores tras las comidas hay que acudir al especialista que será quien haga un diagnóstico y ponga el tratamiento adecuado.
Por otro lado, muchos de los problemas estomacales desaparecen cambiando los hábitos y apostando por una dieta saludable, rica en fruta y verdura y baja en grasa, al igual que evitando los atracones y apostando por comer menos cantidad y más veces al día. Incluso en las personas diagnosticadas con una enfermedad o que tienen una úlcera los síntomas se suavizan con una dieta adecuada.
Volviendo al hinojo, es una planta silvestre y herbácea con hojas delgadas y ramificadas que sobre todo se utiliza en las regiones que baña el Mar Mediterráneo. Hay constancia de que los egipcios, hace más de 3.000 años, ya usaban el hinojo como remedio efectivo para las malas digestiones y la expulsión de los gases. También se le achaca un poderoso efecto diurético, más aún cuando se consume en una infusión. Desde el Egipto antiguo, los griegos lo introdujeron en las costas mediterráneas y ya en la Edad Media los españoles hicieron que su consumo se extendiera por Europa. Actualmente, el hinojo se utiliza en todo el mundo por sus grandes propiedades medicinales y organolépticas.
El hinojo crece desde el nivel del mar hasta los 1.200 metros de altitud. En época de floración, es muy llamativo con sus corolas de flores amarillas y una altura que alcanza los dos metros. Cuando no se cultiva es tan salvaje que llega a ser una planta invasora desplazando a otras plantas nativas.
Lo bueno del hinojo es que en la cocina se aprovecha casi en su totalidad, desde los bulbos, las hojas, los tallos y los frutos hasta las semillas. Existen dos tipos principales, uno que da un toque amargo a las recetas y otra tipología que aporta uno más dulce gracias a su contenido en anetol, un compuesto con el que, por ejemplo, la industria alimentaria saboriza gominolas como el dulce de regaliz. Ambos hinojos tienen en común un sabor y un aroma anisado. También comparten propiedades como la carminativa y la diurética, que ya se ha mencionado. Además, son antioxidantes, expectorantes, broncodilatadores, antimicrobianos, hepatoprotectores, antivirales, antiinflamatorios, antialérgicos, ansiolíticos o relajantes, entre otras propiedades.
Está muy extendida la utilización del hinojo en las recetas o en infusión para disminuir el malestar estomacal porque rebaja los inconvenientes que generan aquellos alimentos más pesados o muy especiados o que al estómago le cuesta digerir bien. Otro de sus beneficios es que reduce la producción de gases y además ayuda a su expulsión, al igual que contribuye a aligerar los espasmos de las indigestiones. De la misma forma es un aliado contra el mal aliento, ya que en parte lo provocan los problemas digestivos.
Además de introducir el hinojo en las recetas o preparar una infusión se pueden consumir sus semillas masticándolas. Sería suficiente media cucharadita antes o después de las comidas.
Sin embargo, como remedio para superar una comida pesada lo más adecuado es preparar una infusión ya que el calor también ayuda a relajar el sistema digestivo. Para ello, se añaden las semillas de hinojo al agua en ebullición y se deja hervir cinco minutos. Después se cuela y tras dejar que enfríe ya se puede tomar la infusión resultante. La medida adecuada es un gramo de semillas por cada taza de agua.
Las hojas pueden utilizarse en infusión frescas o en seco contra las digestiones pesadas. En este caso se echan las hojas tras hervir el agua y apagar el fuego. A continuación, se deja reposar la tisana tres minutos y se cuela antes de consumir.
Hay multitud de recetas que incorporan el hinojo. En cocina, los bulbos del hinojo dulce sobre todo se toman en Italia, tanto asados, al horno o a la brasa o incluso troceados en un salteado de verduras, en un hervido o al vapor. Suaviza los platos, aromatiza y además favorece la digestión. Además, los bulbos tiernos y en crudo resultan muy ricos en ensaladas, al igual que las vainas que forman la penca, gracias a ese ligero toque anisado. Los mismos bulbos se añaden como ingrediente a estofados de carne, de pescados, a las legumbres, a las cremas o purés o a las salsas incluyendo la bechamel.
En cuanto a las semillas se suman a multitud de recetas de carne, pescado, pasteles y panes y también se añade a los platos de curry. Por su parte, los tallos y flores potencian los aromas en los arroces, más cuando se preparan guisados con la caza como, por ejemplo, con conejo, con perdiz o con liebre. Las hojas de hinojo se emplean para envolver preparaciones de pescado o de carnes o muy picadas para incorporar a estos rellenos.
Por último, los expertos lo desaconsejan durante el embarazo, si se tiene hipersensibilidad o alergia al melocotón (ambos contienen el mismo alérgeno), al apio, al anís o al anetol. A su vez recomiendan no consumirlo más de tres veces al día y en dosis menores a una cucharada para evitar una intoxicación.