Las navidades son la época perfecta para consumir marisco de todo tipo. Las mesas familiares se llenan de carabineros, gambas langostinos, zamburiñas, volandeiras y vieiras entre otros mariscos típicos de la época.
Para muchos es fácil diferenciar entre gamba, langostino, cigala y camarón, pero a la hora de distinguir entre zamburiñas, volandeiras y vieiras, la cosa se complica pues su aroma y su forma son muy parecidas, no obstante, tienen ligeras diferencias, entre las que también destaca el precio.
Tanto la zamburiña, como las volandeiras y las vieiras, son moluscos bivalvos aparentemente similares, pero de diferentes especies familiares. La vieira está formada por un medallón de carne, la parte blanca, que es bastante dura y con consistencia fibrosa, así como por una parte denominada coral. Esta última es anaranjada y contiene una especie de pasta granulada. Viven sobre fondos de arena o grava cerca de la costa, llegando a profundidades de unos 100 metros.
La vieira tiene una forma ligeramente ovalada, una concha de color grisáceo oscuro y un diámetro que suele oscilar entre los 5 y los 7 centímetros. En cuanto a la carne interior, las zamburiñas poseen una gónada de color beige o crema. Viven en la costa, pegadas a las rocas e incluso a restos de conchas y algas de grandes dimensiones. La volandeira es prácticamente circular y su color oscila entre el color castaño y rosado, con algunas variaciones. En ocasiones es blanquecina, con una línea marrón en cada costilla de la concha.
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Principales diferencias entre las tres
Las tres se parecen bastante. A simple vista es complicado diferenciarlas, pero en el fondo tienen diferencias notables que si las conoces nos ayudan a diferenciarlas rápidamente. ¡Toma nota!
Tamaño. Las vieiras son más grandes que las zamburiñas, y las zamburiñas son más pequeñas que las volandeiras. El diámetro de una zamburiña suele situarse entre los 5 y los 7 cm, el de una volandeira puede superar los 10 cm y el de la vieira puede llegar a medir 20cm.
Forma. La parte superior de la concha de la vieira es casi plana mientras que la inferior es más grande y ondulada, los bordes superiores sobresalen un poco y son afilados y ondulados. La volandeira es redondeada y la zamburiña es ovalada y convexa.
Las orejas. Es uno de los extremos de la concha y gracias a ella es muy fácil diferenciarlas. Las orejas de las vieiras son simétricas y, en contraposición, las zamburiñas y las volandeiras asimétricas. Además, las zamburiñas solo tienen una oreja.
El color de la concha. La parte superior de la vieira es rojiza, tirando a pardo amarillento, y el de la inferior es más pálido y con manchas pardas. En cambio, el de la zamburiña es más oscuro y variable, pues varía entre el blanco, amarillo, rosado anaranjado, verde oscuro, marrón o púrpura, y en ocasiones con dibujos y manchas irregulares. En cuanto al color de la concha de las volandeiras es más claro que el de las zamburiñas, tirando a tonos cálidos, tales como naranjas, amarillos, rosados o blancos.
El color de la carne. La carne de las vieiras, también conocida como gónada, es anaranjada, la zona blanquecina es la glándula masculina y la parte roja de la punta es la femenina. Mientras que las zamburiñas tienen la gónada color beige o crema, la gónada de la volandeira es de un color rojo anaranjado muy llamativo.
Sabor. Aunque pueda parecer difícil aquí también hay marcadas diferencias. El sabor de las zamburiñas es mucho más delicado y apreciado gastronómicamente que el de las volandeiras, cuya textura es más carnosa y su sabor mucho más intenso. El sabor de las vieiras tampoco guarda ningún tipo de parecido, pues aún tiene mayor intensidad. Su carne es suculenta y ligeramente más dulce, lo que las convierte en un manjar muy codiciado en la cocina gourmet.
Precio. Aquí también hay mucha diferencia, y gracias a las anteriores diferencias podemos conseguir que no nos den gato por liebre. La calidad y el precio de las volandeiras es inferior al de las vieiras y zamburiñas. Por un lado, las zamburiñas son más caras que las volandeiras porque son más escasas y tienen un sabor más fino. Además, necesitan un tiempo mayor de desarrollo y cuestan más de pescar. Por lo tanto, su escasez lleva de forma inevitable a que las zamburiñas se sitúen como el molusco más caro de entre estos tres.