Casi 9 millones de personas en España, el 25,9% de la población, sufren dolor crónico, aquel que tiene lugar de forma continua durante más de cuatro días a la semana y que persiste desde hace al menos tres meses, según el Barómetro del dolor crónico en España 2022, publicado por la Fundación Grünenthal y el Observatorio del Dolor de la Universidad de Cádiz.
Las personas de entre 55 y 75 años presentan la prevalencia más alta (30,6%), mientras que la población más joven, entre 18 y 34 años, es la que se ve menos afectada. Asimismo, la edad media del paciente con dolor crónico se sitúa en los 51,5 años. En cuanto a sexo, las mujeres presentan una mayor prevalencia de la enfermedad (30,5%) respecto a los hombres (21,3%). Por tanto, son las mujeres los pacientes que más sufren dolor crónico (58,7%), una condición que va ligada a trastornos mentales como ansiedad o depresión.
Las personas que padecen dolor de forma permanente necesitan adoptar medidas para lograr el mayor nivel de autonomía y de calidad de vida. Muchas de estas medidas afectan al estilo de vida, de manera que cambiando algunos hábitos pueden lograrse mejoras significativas. Así se explica en la guía 'Autocuidado en las personas con dolor', coordinada por la enfermera Manuela Monleón, especialista en enfermería familiar y comunitaria y doctora en cuidados de la salud, en colaboración con la compañía farmacéutica Grünenthal.
La nutrición tiene una importancia capital en nuestra salud. A través de ella, nuestro organismo absorbe, transforme y utiliza los nutrientes de los alimentos para obtener la energía necesaria para vivir. Muchos problemas de salud están relacionados con una alimentación inadecuada. Según este informe, las articulaciones son la parte del cuerpo que más dolor causan (33%), seguida de la espalda (28%) y del cuello (10,6%).
Aunque el dolor se debe a diferentes patologías, la dieta puede hacer mucho para mitigarlo. Estas son las recomendaciones de los especialistas.
De nada sirve tener una alimentación equilibrada si nuestro sistema digestivo no puede absorber los nutrientes. Por esta razón, es clave cuidar la microbiota, el conjunto de microorganismos que viven en nuestro intestino y que se encargan de digerir y absorber de los alimentos las sustancias necesarias para una salud óptima.
La microbiota intestinal es única y varía en función de factores modificables como los hábitos alimenticios, fármacos utilizados, estilo de vida, tolerancia al estrés o sobrepeso. También hay factores no modificables como la genética, anatomía del tracto gastrointestinal, edad gestacional, el tipo de parte con el que se haya nacido (el vaginal suministra los microorganismos necesarios para una buena microbiota) y edad de la persona.
En general, los expertos recomiendan consumir alimentos ricos en probióticos: yogur natural, chucrut, soja fermentada, kombucha, kéfir, pan de masa madre y encurtidos. Además, cada vez hay más evidencia científica en torno a la relación entre probióticos e inflamación. Se considera que contribuyen a reducir el dolor abdominal en el síndrome de intestino irritable.
Si es importante el estado de nuestro intestino para digerir y absorber los nutrientes más adecuados para esquivar el dolor, la calidady biodisponibilidad de estos micronutrientes son tanto o más importantes. Los expertos aconsejan ingerir alimentos que contengan las siguientes sustancias: