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El desayuno es la comida más importante del día. Eso lo hemos escuchado desde hace décadas, desde que éramos bien pequeños, cuando nuestros padres nos decían que había que desayunar bien antes de ir al colegio para tener energía todo el día. Y es verdad, cómo empezamos el día tiene importancia y el desayuno es clave para una vida saludable, lo exponen incluso los investigadores y expertos de la Universidad de Harvard, que no solo le dan importancia a la primera comida del día, sino también a qué tipo de alimentos deberían estar incluidos en el desayuno.
Lo explica la instructora clínica en la Facultad de Medicina de Harvard y doctora en el Hospital General de Massachusetts Monique Tello en un artículo de la Universidad de Harvard en el que expone que el desayuno no es algo que haya que hacer inmediatamente al despertar a primera hora de la mañana. Con el desayuno “rompemos el ayuno nocturno y si no tienes hambre al despertar es normal y no es necesario comer”, expone la experta.
No obstante, recalca que hay que elegir bien con qué alimentos rompemos el ayuno nocturno, pues según “la evidencia científica todos los seres humanos mejoramos el rendimiento cognitivo y tenemos más energía sostenida gracias a las comidas que no aumentan el nivel de azúcar en sangre, es decir, aquellas comidas con una carga glucémica más baja”.
Por ello Monique Tello expone varios alimentos que cree que deberían estar presentes en un desayuno saludable que tenga efectos positivos a largo plazo y permita tener una vida más longeva.
Lo primero que desatacan son las frutas y las verduras, ricas nutricionalmente en vitaminas, fibra, minerales y antioxidantes que traen grandes beneficios para el cuerpo y, por tanto, en la prevención de enfermedades. En un estudio ya se señalaba que diariamente se deben ingerir dos piezas de fruta y al menos tres de verdura.
También resaltan los cereales, pero no los refinados que suelen copar las estanterías de los supermercados, sino opciones integrales que ayuden a mantener un buen sistema digestivo. Desde Harvard resaltan que los ideales pueden ser la avena o la quinoa, con grandes aportes de hidratos de carbono, fibra y micronutrientes esenciales, además de permitir controlar los niveles de azúcar en sangre, entre otros grandes beneficios.
Por último, no se olvidan de la necesidad de incluir proteínas en la primera comida del día porque son clave en la construcción de músculos, producción de hormonas o reparación de tejidos. Los expertos de Harvard recomiendan principalmente grasas saludables, como lácteos sin azúcares añadidos, huevos, carnes magras o pescados, además de legumbres, lo que permite que tener energía para todo el día.