La presión arterial alta es una enfermedad silenciosa, que afecta a millones de personas en todo el mundo y puede ser mortal si no se trata adecuadamente. A partir de los 55 años, casi el 50% de las personas son hipertensas. Además, según el “V Barómetro sobre el Autocuidado de la población española” de Pic Solution, especializada en productos para el autocuidado de la salud, menos de la mitad (46,3%) de los españoles asegura controlar su tensión arterial al menos una vez al mes, un dato que puede resultar preocupante cuando, en España, un 40% de la población adulta padece hipertensión, según la Sociedad Española de Hipertensión (SEH-LELHA).
La Organización Mundial de la Salud establece la hipertensión arterial como la primera causa de muerte en el mundo. Aunque se trata de una enfermedad asociada directamente con la edad, se está empezando a observar un incremento de casos gente cada vez más joven, debido a causas como la obesidad, los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo.
Aunque hay una susceptibilidad genética hereditaria que pueden favorecer su aparición, los principales factores para padecerla son sobre todo la dieta y el estilo de vida. Una dieta con exceso de sal y alimentos ultraprocesados, la ausencia de ejercicio físico, pasar mucho tiempo sentado y el sobrepeso suelen ser causa directa de la hipertensión. Hacer cambios en la dieta es una forma comprobada de ayudar a controlar la hipertensión arterial. Estos cambios también pueden ayudar a bajar de peso y disminuir su probabilidad de sufrir una enfermedad cardíaca y un accidente cerebrovascular.
Un estudio de la Asociación Americana del Corazón publicado en su revista, ‘Hypertension’ y explicado en Science Daily, señaló que incluir peras y manzanas en la dieta tiene consecuencia directa en la hipertensión, pues son ricas en flavonoides, que tienen un impacto positivo en la tensión arterial. Se trata de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Queen’s en Belfast, que ha demostrado que los alimentos ricos en flavonoides, como las manzanas y las peras, parecen tener un efecto positivo en los niveles de presión arterial, una asociación que se explica en parte por las características del microbioma intestinal.
Los flavonoides son un grupo diverso de fitonutrientes (químicos vegetales) que se encuentran en muchas frutas, verduras y especias. Se trata de antioxidantes, con características antiinflamatorias que ayudan al sistema inmunológico. Históricamente se han utilizado en la medicina tradicional china para la protección cutánea, mejorar la función cerebral y regular la presión arterial y el azúcar en la sangre.
“Nuestro microbioma intestinal desempeña un papel clave en el metabolismo de los flavonoides para potenciar sus efectos cardioprotectores, y este estudio aporta pruebas que sugieren que estos efectos reductores de la presión arterial pueden conseguirse con simples cambios en la dieta diaria”, indicó recientemente el investigador principal del estudio, Aedín Cassidy, mediante un comunicado.
Dado que cada vez hay más investigaciones que sugieren que los flavonoides pueden reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, este estudio evaluó el papel del microbioma intestinal en el proceso. Los investigadores examinaron la relación entre el consumo de alimentos ricos en flavonoides con la presión arterial y la diversidad del microbioma intestinal.
De acuerdo con el informe, el análisis de la ingesta regular de flavonoides con el microbioma intestinal y los niveles de presión arterial encontró que los participantes del estudio que tenían el mayor consumo de alimentos ricos en flavonoides, incluyendo manzanas y peras, tenían niveles de presión arterial sistólica más bajos, así como una mayor diversidad en su microbioma intestinal que los participantes que consumían los niveles más bajos de alimentos ricos en flavonoides.
La manzana es una de las frutas más completas que existen en el mercado gracias a su contenido en hidratos de carbono, fibra, vitaminas y potasio, siendo un super alimento para el cuerpo. Además de altos contenido en los flavonoides, tiene otra serie de componentes que también son beneficiosos para la salud. Se trata de una fruta que el 85 % de su composición es agua, por lo que resulta refrescante e hidratante; contiene hidratos de carbono, proteínas y grasa y vitaminas E y C, de acción antioxidante.
Por su parte, la pera está compuesta en un 80 % de agua, por lo que es muy fácil de digerir. Además, tiene una gran riqueza de azúcares y por eso es dulce y es rica en antioxidantes que retrasan el envejecimiento de las células. Es rica en vitaminas B y C, y en potasio, hierro, calcio y yodo, entre otros.