Los trucos para engañar al cerebro y evitar que tenga hambre, según Boticaria García
Existen varios tipos de hambre, entre ellos, el físico y el ambiental
Marián García, más conocida como Boticaria García, explica las diversas formas que existen de combatir la sensación de manera saludable
¿Por qué a veces sientes la necesidad de comer una pizza? Boticaria García responde
La experta en nutrición y autora del libro ‘Tu cerebro tiene hambre’, Boticaria García, despeja en esta serie de vídeos las dudas más habituales que genera la alimentación y la pérdida de peso saludable a medida que nos hacemos mayores. En el anterior capítulo, explicó el motivo por el que alimentos como la pizza o la pasta te hacen sentir mejor tras consumirlos. En esta ocasión, habla sobre las razones por las que tenemos picos de hambre y qué pautas podemos llevar a cabo para saciar los antojos.
¿Qué tipos de hambre existen?
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En ocasiones, sobre todo cuando estamos aburridos, un paseo a la nevera puede parecernos lo más apetecible del mundo aunque ya hayamos realizado todas las comidas necesarias del día y hayamos ingerido las calorías recomendadas por los expertos. Sin embargo, según los especialistas no deberíamos normalizar la sensación de apetito constante.
La apreciación nombrada podría deberse al consumo de alimentos poco saciantes, a ciertos estilos de vida o incluso afecciones médicas. Todos ellos pueden ser los desencadenantes del hambre, donde cabe distinguir entre dos tipos: el físico y el ambiental. En cuanto al primero, está provocado por un proceso interno, que se origina por la rotura del equilibrio homeostático ante la necesidad de nutrirnos en ese momento por estrés, aburrimiento o subida del cortisol. En el caso del segundo, se da cuando vemos a alguien comer algo que resulta apetitoso, como puede ser una palmera de chocolate.
Boticaria García explica cómo engañar al cerebro cuanto tenemos un antojo
Según Boticaria García, experta en nutrición y autora de ‘Tu cerebro tiene hambre’, existen varias formas de controlar la sensación de manera saludable a partir de “chuches” naturales o buscando en las actividades que ella misma nombra en el vídeo la dopamina capaz de regular diversas funciones como la conducta motora, la emotividad y la afectividad. También el ejercicio físico o la comunicación con otra persona pueden llevarnos a liberar la hormona.