Valter Longo o Dan Buettner son dos de los mejores expertos en longevidad a nivel mundial. En cierta medida, también son apóstoles de lo que significa un buen estilo de vida: hacer ejercicio, dormir bien, mantener el estrés a raya y comer de manera saludable.
Dentro de esta dieta, hay tres alimentos tan beneficiosos que son conocidos como los alimentos de la longevidad. ¿Cuáles? Hay tres fundamentales.
Los arándanos contienen ácidos orgánicos y antocianinas, así como cianidina, malvidina y petunidina. También cuentan con vitaminas y elementos minerales que contribuyen a la buena salud. ¿Cuáles son sus principales propiedades?
Los frutos secos son un grupo alimentario muy interesante a nivel nutricional. Poseen propiedades cardioprotectoras (son antihipertensivas y reducen el colesterol), son antioxidantes y tienen efectos antiinflamatorios, a la vez que son saciantes y previenen el estreñimiento. Por todo esto, son ideales para complementar el aporte total diario de grasas buenas, con predominio de grasas poliinsaturadas omega 3 y monoinsaturadas omega 9 o ácido oleico y bajo contenido en grasas saturadas.
Entre las vitaminas, destaca la vitamina E con efecto antioxidante. En cuanto a minerales, abundan el calcio, magnesio y potasio, tres minerales con efectos antihipertensivos: ayudan a disminuir valores de tensión arterial altos siempre y cuando no se consuman fritos y salados.
Las plantas crucíferas, como la coliflor, el repollo o el brócoli, son ricas en nutrientes, entre ellos, betacaroteno, luteína, zeaxantina; vitaminas C, E y K; folato y minerales. También son una buena fuente de fibra.
Además, las plantas crucíferas contienen un grupo de sustancias llamadas glucosinolatos, que son componentes químicos con azufre. Durante la digestión, los glucosinolatos de las plantas crucíferas se descomponen para formar compuestos biológicos activos tales como indoles, nitrilos, tiocianatos e isotiocianatos. Algunos de estos nutrientes están en fase de estudio por sus efectos anticancerosos.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, se ha descubierto que los indoles y los isotiocianatos inhiben la formación de cáncer en varios órganos de ratas y ratones, entre ellos, la vejiga, las mamas, el colon, el hígado, los pulmones y el estómago. En estudios con animales y en experimentos con células cultivadas en laboratorio se han identificado mecanismos en los que estos compuestos podrían ayudar a prevenir el cáncer, aunque los resultados en humanos no son concluyentes. Con todo, se han confirmado los siguientes beneficios: