Llega el frío y con él las tardes cortas, los abrigos hasta arriba, los gorros, las narices rojas... Y también los catarros, los estornudos y resfriados. Reforzar nuestro sistema inmunológico en esta época es importante, más aún en tiempos de coronavirus. Y para ello, nada como una buena dosis de vitaminas y minerales. En el Día Mundial de la Alimentación, en Uppers hemos recogido algunos de los nutrientes que tu cuerpo necesita para pasar la época invernal y que puedes adquirir a través de las vitaminas y minerales que se desprenden de una alimentación saludable. Porque hay que comer bueno, sí, pero también hay que comer bien. A través de las recomendaciones de la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios (SETSS), ofrecemos varios consejos a la hora tener una buena alimentación.
Las vitaminas y los minerales son esenciales para nuestro organismo porque regulan la respuesta inmunitaria de nuestro organismo ante posibles ataques externos. Además, estimulan la producción de anticuerpos, muy importantes en los tiempos que corren.
Vitamina A: suelen encontrarse en alimentos de color rojo o naranja, además de en las hojas de color verde oscuro. Algunos alimentos que las contienen son las zanahorias, las calabazas, los tomates, el brécol, la col, las espinacas o el pimiento
Vitamina D: Podemos adquirirlas ingiriendo alimentos como el pescado azul, el hígado o el aceite de pescado, el hígado de vacuno, los lácteos, la yema de huevo o las setas y hongos comestibles
Vitamina E: es una antioxidante que mejora y optimiza la respuesta inmunitaria ante cualquier situación. Es común encontrarla en frutos secos tales como las nueces, las semillas de girasol, vegetales de hoja verde y brócoli.
Vitamina K: podemos adquirirla en vegetales de hoja verde como la espinaca, la col verde o rizada, el brócoli, la lechuga, los espárragos o el repollo
Vitamina C: ayuda a formar colágeno, clave para las membranas de las células ya que contribuye al mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones. Sobre todo se encuentra en fruta: naranjas, mandarinas, limón, fresas, arándanos, kiwi, pero también en otros alimentos como perejil, pimiento rojo, brócoli o coles de Bruselas entre otros.
Vitaminas del grupo B: las encontraremos en el pollo, la carne de cerdo, el pescado, los plátanos, las patatas, alubias secas, legumbres, productos de grano integral además de huevos y lácteos y las frutas.
Zinc: es importante porque un déficit de esta sustancia compromete la función inmune y los mecanismos de defensa del organismo, lo que puede llevar a tener anemia e inmunodeficiencia. Podemos encontrarlo en alimentos de origen animal y vegetal.
Selenio: importante para una respuesta inmunitaria adecuada, al actuar ante infecciones víricas y contribuir al mantenimiento de la membrana. Lo podemos adquirir en el trigo, el arroz, la yema de huevo o las semillas de girasol, además de otros como el pollo
Cobre: el déficit de cobre facilita la aparición de infecciones, tanto respiratorias como del tracto urinario y septicemia. Se encuentra en legumbres, cereales integrales, marisco o frutos secos.
Hierro: podemos nutrirnos de él a través de las legumbres secas, las frutas deshidratadas, los huevos, el hígado, la carne roja y magra u otros alimentos como las ostras, las carnes de aves, el salmón o el atún, entre otros.
Hay que llevar una dieta variada y equilibrada. Ello nos ayuda a que el organismo funcione correctamente. Aunque esto es uno de los factores principales para una buena salud, también cuentan otros como la genética, el sexo, la edad, la exposición a agentes patógenos, el estado hormonal o el estrés prolongado.
Eva Campoy, técnica superior en dietética, explica que hay que tomar "frutas y verduras en buena cantidad", además de "probióticos, omega 3, cebolla, ajo y conocidos antivirales y antiinflamatorios naturales como orégano, jengibre, sauco, tomillo, romero, cúrcuma y canela", que nos aportaraán nutrientes importantes y nos ayudarán durante los meses de frío.
Beber mucha agua, reducir el estrés, dormir al menos 7 horas y realizar actividad física diaria son otros factores que pueden ser esenciales para cuidar la salud. A ello se le suma limitar el consumo de alcohol y tabaco y no consumir ultraprocesados.