Horno, nevera o congelador: ¿es peligroso el uso del papel de aluminio en la cocina?
El papel de aluminio es frecuente en las cocinas pero, ¿está siempre indicado su uso?
En general la migración del aluminio a la comida no supera los límites, aunque hay que tener cuidado
A la hora de congelar o con los alimento ácidos es recomendable usar otros envoltorios o envases
Hay elementos que son comunes en todas las cocinas y que, vayas a la que vayas, te vas a encontrar. Por ejemplo, en pocos hogares abrirás un cajón de la cocina y no encontrarás un rollo de papel de aluminio que muchas veces nos salva para conservar alimentos, aunque otras tantas lo sustituimos por el papel film, algo que realmente va en las costumbres y gustos de cada persona. Pero puede que realmente no nos hayamos parado a pensar en si el uso que le damos al papel de aluminio que cubrimos con él.
Teniendo en cuenta que el papel de aluminio está hecho para la cocina, en principio no hay peligro en su uso, siempre que no nos pasemos, claro está. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) tiene un máximo permitido de aluminio como metal y también en ese papel que utilizamos para los envases de 1 mg/kg de alimento.
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Papel de aluminio sin peligro
El papel de aluminio es recurrente utilizarlo en el horno especialmente porque es un material que aguanta bien el calor y con el que se hacen elaboraciones como el papillote. Por ello, su uso de vez en cuando no supone ningún riesgo para la salud porque sería difícil superar el máximo indicado por las autoridades. Es más, cuando conservamos alimentos en la nevera es recomendable su uso para productos como el pescado. ¿Por qué? Al parecer logra crear una barrera que permite que los olores de estos alimentos, que suelen ser más fuertes, no se expandan por el frigorífico a otros productos.
Cuando envolvemos un bocadillo, por ejemplo, si no queremos hacerlo con papel trasparente, se puede primero envolver con papel de cocina y luego con el de aluminio para que este no esté en contacto directo con la comida.
¿Cuándo es mejor evitarlo?
Pero no siempre está aconsejado. Dentro de los supuestos en los que es mejor optar otros envoltorios o recipientes está el congelador. Esto es por varias cuestiones, la primera porque el papel tiende a pegarse al alimento. Por su parte, con el frío en el papel de aluminio se forman cristales de hielo que entran en contacto con la comida y este metal podría migrar, provocando la contaminación del alimento, aunque en principio no tendría porqué superar el límite establecido por las autoridades alimentarias.
Ahora bien, hay que tener especial cuidado con alimentos ácidos, como el tomate, porque ahí sí que se puede producir una migración del aluminio a la comida más acelerada, por lo que en estos casos lo ideal sería utilizar papel film antes que el de aluminio. Y, por supuesto, el papel de aluminio tiene prohibido su uso en el microondas, pues podría provocarse un incendio.
¿Son iguales las dos caras?
Y, ¿qué hay de eso de que hay una cara del papel de aluminio que no es seguro? Te habrás dado cuenta que una parte es brillante y la otra mate, existiendo siempre una especie de leyenda de que una debe estar en contacto con el alimento y la otra por fuera para no contaminarlo. Realmente ambas partes son iguales, solo que su aspecto es diferente por un proceso de fabricación, por lo que la elección de que parte va por fuera es meramente estética.
¿Cómo sustituirlo?
En definitiva, el papel de aluminio es totalmente seguro, a no ser que consumamos cada día alimentos envueltos o que han estado en contacto con papel de aluminio, donde poco a poco superaríamos la cantidad recomendada. ¿Cómo podemos sustituir el papel de aluminio en la nevera y el congelador?
Es tan fácil como utilizar algunos recipientes que tenemos en casa como los de vidrio, que no contaminan los alimentos, o los de acero inoxidable, más destinados a congelar comida ya cocinada. Y si no quieres utilizar plástico, están las bolsas de silicona, ideales también para la congelación.