El cuarteto de hormonas de la felicidad: ¿Qué puedo hacer para producir más?
La psicóloga Laura Rojas-Marcos ofrece las pautas para incrementar los niveles de las hormonas de la felicidad
Dormir bien, alimentarse de manera saludable, hacer ejercicio, practicar la amabilidad y la gratitud mejoran nuestro nivel de bienestar
Disfrutar de la naturaleza es otro activador natural del bienestar
El bienestar es un delicado mecanismo producto de una interacción compleja entre una cierta tranquilidad ante las circunstancias externas y una química cerebral adecuada. Sí, has leído bien: química cerebral porque cuando las hormonas y moléculas cerebrales andan descompensadas, ni el gordo de la lotería puede hacernos sentir bien.
Los hábitos de un cerebro feliz
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Sobre esto trata precisamente trata uno de los últimos posts de Instagram de Laura Rojas-Marcos. La psicóloga habla en él de las conclusiones de Loretta G. Breuning, investigadora y autora del libro 'Habits of a happy brain' (Hábitos de un cerebro feliz). Breuning explica en su libro que cuando el cerebro emite uno de estas sustancias químicas, nos sentimos bien.
La buena noticia es que podemos incrementar la producción natural de estas hormonas con actividades concretas que están al alcance de la mano. Si logramos implementar en la rutina diaria pautas como hacer ejercicio, comer de manera saludable, disfrutar de la naturaleza o establecer vínculos sociales de calidad, nuestro cerebro nos lo agradecerá y nuestro nivel de bienestar crecerá de manera exponencial. ¿Pero de qué hormonas estamos hablando?
Dopamina, oleadas de placer
La dopamina está relacionada con la experiencia del placer y nos orienta hacia la consecución de metas vinculadas a nuestros deseos. Lograremos aumentar su producción si dormimos de 7 a 9 horas, celebramos cada logro (la famosa auto-amabilidad) y hacemos ejercicio. No se trata de matarse en el gimnasio, sino de ser constante incluso con una actividad física moderada.
Oxitocina, más libido
Nos ayuda a reducir el estrés y aumenta la libido. Se relaciona con la intimidad, y los lazos afectivos y emocionales que establecemos. La oxitocina se genera de manera natural cuando, por ejemplo, una madre da el pecho a su bebé o lo mira a los ojos. Conseguiremos mantenerla en niveles óptimos haciendo prácticas de mindfulness o meditación. O simplemente queriendo a los demás y mostrándonos generosos.
Serotonina, la hormona del bienestar
Regula el estado de ánimo y se relaciona con la autoestima, la autoconfianza. Aumenta cuando nos sentimos reconocidos, ya que el reconocimiento es una de las necesidades básicas de cualquier persona. Podemos incrementarla practicando el agradecimiento, disfrutando de la naturaleza y no desaprovechando ninguna ocasión para disfrutar del momento.
Endorfinas, la morfina natural
Son consideradas la morfina del cuerpo, un analgésico natural que ayuda a reducir el dolor, el estrés y el miedo. Las endorfinas aumentan considerablemente al hacer ejercicio físico. Y si no eres de hacer mucho deporte, bailar, cantar o simplemente sonreír nos darán un chute de esta maravillosa molécula de bienestar.